Capítulo 50

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Ralph abandono a Antonella en aquel cubo, todos había vuelto ya a sus Arcades ya que el día estaba comenzando. A pesar de que Félix pudo sanar a su mujer e hija, estas se encontraban aun adoloridas, con la culpa Ralph se disculpó con su amigo por todo lo sucedido. Félix lo perdono pero sin antes reclamarle por ocultarle a donde iba, todo se hubiera evitado si decía la verdad.
Vanellope no fue la excepción, Bill la reprendió por todo lo ocurrido ya que estuvo involucrado Rancis y que estuvo a punto de descubrir la verdad, le recalcó que el estaría a cargo de ella hasta que ascienda al trono. Haría que ella cumpla las normas que establece el juego hasta el momento. Esta solo se disculpó para prometer que avisaria para ir a verlo. Agrio Bill también le dejó en claro que si la relación tenía otro problema no permitiría que vuelvan a verse más, con miedo Vanellope aceptó.
La noche estaba llegando y la princesa deseaba ver al demoledor pero Bill no se lo permitió por que debía de ver a Rancis aunque sea por un rato, ella no quería por fin recuperó al ser que tanto ama.

—Bill, no me obligues por favor.

—No hay otra opción Vanellope, si deseas estar con Ralph debes de cumplir tus citas con Rancis. Debes de alejarte de el de a poco para que no tenga sospechas. Si no cuando vengas le dices la verdad, que no seguirás con el por qué arreglaste las cosas con Ralph.

—No puedo Bill eso sería muy cruel... Cuando la regla sea removida le diré la verdad. Ay... Tendré que hacerte caso.

—Ánimos, sabes que hay una gran oportunidad de que estés con Ralph toda una noche.

—¿En serio? ¿Cuando?

—Recuerda, la fiesta de disfraces, en realidad era para que ustedes se vean pero nos ganaron.

—Cierto... Vaya, todo ha cambiado. Esto es emocionante, tengo que buscar todo para la fiesta. Siento como mi corazón está brincando de la alegría.

—Todo a su tiempo Vanellope, recuerda que cuando estemos a una semana de la fiesta ya tendremos la mitad de los preparativos. Solo necesitaré tu colaboración.

—Gracias Bill. Después de aquella charla sintieron como tocaban el timbre del Castillo. Candy decidio ir a ver pero se quedó sin palabras al ver quién era, solo lo hizo pasar.

—Disculpen chicos si los interrumpo, vine a ver a Vanellope.

—¿Rancis?— pregunto Bill sorprendido, miro a Vanellope y le dio la señal para que se valla con el.

—Vamos Rancis. Es que Bill está aun conmocionado por lo de ayer.

—Bueno,— respondio para tomar su mano —Hasta luego chicos.— dijo Rancis para salir del castillo con Vanellope.
Ambos se dirigieron hasta el mar del juego, el corredor hacía de todo para llamar la atención de la princesa pero ella no le daba atención, su mente solo podía pensar en Ralph. Rancis no aguanto más, grito su nombre para ver si reaccionaba.

—¡Vanellope!

—Ay Santo píxel... Rancis no grites así.

—¿Que te sucede? Estas muy distraída, te ofrecí varias cosas pero apenas respondes que "si". Ni se si sabias lo que te ofrecía.

—Perdón Rancis, mi mente piensa en un ten que hable con Bill.

—¿Ocurrio algo malo?

—No, es que me comentó que habra una nueva fiesta pero de disfraces, desea que tenga nuevas alianzas. Llevará tiempo y creo que no podremos vernos.

—Así que es eso, no debes preocuparte, sabre esperar ¿si? A cambio de una condición.

—¿Asi?— río —¿Cual sería?

—Que me digas como será tu vestido, quiero ser el primero en encontrarte.

—Está bien, es una promesa— declara con una gran sonrisa.

Rancis se acercó a ella para abrazarla por la cintura, Vanellope no se sentía muy segura trataba de alejarlo pero no quería que este sospechara.

—Estas muy nerviosa mi princesa.

—Perdoname, tengo tantas cosas en mi cabeza, es difícil ser la futura reina.

—Entiendo, veras que todo se resolverá rápido y podrás tener la paz que deseas.— comentó para acariciar su mejilla, Vanellope no pudo resistir y se dejó llevar con ese pequeño cariño.

—Gracias por ser paciente con una princesa muy torpe...

—No digas eso, eres alguien maravillosa. Nada me hace más feliz que acompañarte en tus momentos.— expreso para darle un pequeño beso en sus labios en ese momento Rancis sintió otra presencia pero no lograba verlo, no estaba seguro.

—No te torturare más. Ve al castillo, mereces un descanso. Nos vemos cuando puedas— dijo para alejarse de ella. Vanellope asintió para sacar su Aéreo Deslizador dejando solo  corredor.
Este miro para todos lados buscando aquella presencia que lo molestaba el sabía quién pero quería encontrarlo primero.

—Taffya, eres muy necia para esconderte. Tienes suerte que deje ir a Vanellope.— aclaró para que la corredora saliera de su escondite — No se que ganas haciendo esto pero lo haces muy mal. ¿Ahora que quieres?

—Tenemos un trato Rancis y estoy al tanto de que lo cumplas pero me molesta que te aprovechas de la situación para sastifacerte.

—Yo la amo entiende eso de una vez. Estaré eternamente agradecido por liberarnos. Es un ser que se preocupa siempre por todos sin esperar nada a cambio.

—Deja de ser tan dramático, ella con su habilidad se burla de todos. No me siento digna de ser Reina, el cambio sabes que Turbo y yo no dejaríamos a nadie de lado.

—Estas muy errada amiga, sabes que Turbo solo quiere poder, no debes dejar que te manipular.

—Solo vine a recordarte nuestro trato, si no lo cumples, ella pagará antes de lo esperado.

—No estoy para escuchar a una niña caprichosa, cuando dejes ese egoísmo hablamos.—Aclaró el corredor para abandonar el lugar, se retiró hasta su hogar porque necesitaba descansar.
En el Arcade de Félix, Ralph se encontraba atendiendo a su ahijada, consintiendola con dulces y regalos para compensar el accidente. Confeso a sus amigos que abandonó a Antonella ya que entendió que sobrepaso sus límites. Ambos aceptaron sin cuestionarios ya que ella había echo un caos en tres juegos, eso podría ocasionar una guerra.
La noche término transcurriendo normal, la princesa estaba en su cama pensando en como decirle a Rancis la verdad. Que nunca pudo corresponder aquellos sentimientos por que aun ama a Ralph y estos querían regresar para ser felices. En el Arcade de Félix los amigos pensaban como harían para sacar tal difícil regla impuesta por el padre del reparador. Querían que el amor entre héroe y villano sean aceptados por todos sin tener que esconderlo.

Amor Prohibido 🌹 (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora