Ralph P.O.V.
Sostenía a Taffyta en mis brazos mientras evitaba que la lleve al médico. Cuando menos me di cuenta mis labios estaban colisionados con los de ella, quería separarme pero por alguna razón su fuerza sobrepasaba la mía me faltaba el aire y mi mente se puso borrosa y para cuando acabo respiraba con dificultad, me costaba enfocar las cosas pero al restaurarse me encontré con ella...
Vanellope nos había visto en ese beso ahogador y asqueroso, quise decirle lo que paso pero ella se alejo diciendome las palabras que me hicieron temblar mis piernas y dejarme sin habla, el nudo en mi garganta no me dejaba asimilar lo sucedido que en un abrir y cerrar de ojos ella se fue... Taffyta al verla sonreía tan felizmente que me acorde en esos momentos que Vanellope se odiaban a muerte por cosas estúpidas.—¡Tu estúpida! Lo hiciste a propósito.— grite sacudiéndola.
—Y recién te das cuenta grandísimo estúpido.— respondió riéndose mientras se soltó de mis brazos para retirarse.
—¡A no! ¡Esto no se quedara así!— volví a gritar ya que se había alejado unos metros, con mis pasos la alcancé y la agarre de sus prendas haciendo que se elevara del suelo.
—¿Con que estas lastimada no? Bueno hagamos que esa pequeña herida sea de verdad y sería para que llores con razón.— sin pensarlo con mi fuerza le di un golpe el cual hizo que su cuerpo volara lejos demo rompiendo varias cosas de la playa. Estaba lleno se odio que sabia que con solo dos golpes bastaría para dejarla inconsciente ya que por reglas del juego no puedo matarla.
Al acercarme de donde cayo por el golpe agarre su tobillo y como si fuera un martillo hice que chocara contra el suelo, antes de caer desmaya le deje en claro que no dejaría que le hiciera daño a Vanellope y que le haría pagar por lo que hizo.
Sin mas rodeos mi mente y corazón solo pensaban en encontrarla para explicarle las cosas, decirle lo que en realidad paso y no es lo que ella vio. La busqué por todos los lugares que conozco pero nada, quería llorar ya que mi mente hacia ideas muy críticas, que cuando lo pensé decidí ir al castillo pero estaba al otro lado de su juego, sabia que me tomaría tiempo pero no me rendiría.Vanellope P.O.V.
Después de tanto llanto ahogador y cansador sentí como tocaron la puerta del reinó, no quería ir... Sabía que era Ralph que solo me acomode mas en mi cama para calmar mi respiración agitada.
Otra vez sentí como tocaron la puerta y al acordarme que no había nadie solo me puse de pie tocando suavemente mi vientre dando un suspiro lento para así salir de mi habitación e ir a ver quien era que tocaba las puertas del reinó. No tarde mucho en llegar a pesar de estar cansada, me fije por la minilupa de las puertas que mis ojos se salieron de sus órbitas, abrí rápidamente las puertas ya que presencie el cuerpo de Rancis, lastimado, sangraba por algunas parte de su cuerpo y casi inconsciente, cuando trataba de levantarlo paso un tiempo lapso de 5 para que despertará, el me miro confuso que sin querer toco mi panza sintiendo el latir del corazón del bebé que crecía dentro de mi.-Vanellope... Tu...
—Rancis... Ahora no por favor. Ponete de pie y vamos al living debes de ser atendido rápido.— aclare ya que era algo inesperado y un problema para mi ya que jamas le dije lo de Ralph.
—Esta bien...— contestó mientras me abrazaba por el cuello mientras caminábamos hacia el living, llegamos y rápidamente atendí sus heridas mientras llame a mis doctores para que atendieran a unos de "mis pretendientes".
[10 min. Después]
Los doctores curaron a Rancis por completo pero solo se quedo con una herida en su ceja izquierda ya que era una cortada muy rara. Agradecí al matrimonio de doctores que cuando se retiraron sentí una energía deprimente, me di cuenta que provenía de Rancis, me senté a su lado para hablar, no quería dejar la cosas así, le debía una explicación ya que le he mentido y nunca le dije la verdad cuando tuve las oportunidades.
—Rancis...
—Entonces es verdad ¿no?— preguntó dando un suspiro pesado.
—¿Que cosa?— sentí mis nervios exaltarse por la pregunta ya que mi mente sabía lo que era.
—Estas embarazada...— comentó agarrando su cabeza por detrás mirando solo al suelo.
—¿Como sabes? ¿Quien te lo dijo?.
—Todos rumorean Vane, todos pero yo te defendía. Hasta incluso me decían que yo era el padre...
—Lo siento...— termine de decir para volver a llorar ya que solo me podía acordar de que el padre del bebé es Ralph pero el me había fallado, sentí de repente un abrazo y la vos de Rancis preocupado.
—Vanellope tranquila... No tienes por que llorar. ¿Es grave?
—Rancis...— dije para abrazarlo a lo cual el correspondió, mis lágrimas no dejaban de salir a lo cual el me alejó unos sentimientos para secar mis lágrimas y darme una cálida sonrisa.
—¿El bebe es de el demoledor verdad?— comentó sosteniendo mis mejillas.
Solo pude asentir para morder mis labios, agarre mi panza ya que los doctores me decían que mi tristeza puede afectar mucho al bebe.—Tranquila, no puedo enojarme con vos... Sabía sobre ustedes y a pesar de eso no estoy enojado con vos... Recuerda, dolo deseo tu felicidad. Y aunque no sea conmigo Vanellope.
—Rancis...— sólo podía decir su nombre, era sorprendente lo que me decía.
—Y ahora que ya lo confirme debes de decirle a Ralph. El debe de cuidarte a vos y al bebé.
—No me hables de el. Ahora no...
—Vane... El miedo es normal pero se que cuándo le digas la noticia todo cambiará.
—Si el viene hoy le diré. Sino continuare sola.
—Ten fe Vanellope. Recuerda que hay que darle tiempo al tiempo para que todo salga bien.
—Gracias por escucharme Rancis.
Narradora.
Ralph no se rendía, le costo llegar al reino y al hacerlo estaba por entrar al castillo para así hablar con Vanellope, quería explicarle lo sucedido y decirle que no la quería perder por nada en el mundo.
A las alturas en los cielos se encontraba Turbo, veía como el demoledor no se rendía en perder a la princesa del reino, a su lado estaba Taffyta y por alguna razón ella volaba a su lado, molestos veían como el no se rendía. Taffyta se río maliciosamente que le dijo a Turbo que debían deshacerse de el lo antes posible. Turbo solo sonrió para levantar su brazo derecho y así con una fuerza magnética alejó a Ralph del castillo de la cual el no podía defenderse o resistirse, los dos se reían a la par ya que el gritaba desesperado el nombre de Vanellope al punto de las lágrimas.
Término saliendo del juego Sugar Rush pero el no quería rendirse, quiso entrar pero Turbo se las ingenio para crear una red un virus el cual no dejaría que el entre y si lo hiciera por las fuerzas saldría mal herido.
Ralph furioso, con su fuerzas no dejaba de golpear aquella red magnética que lastimaba sus manos completamente, todos miraban sorprendidos que hasta tuvieron que llamar a Félix Jr el líder del juego para parar la locura de Ralph.
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Amor Prohibido 🌹 (EN EDICIÓN)
FanfictionUna amistad la cual se fortaleció gracias a un peligro. Años pasaron y a pesar de intentarlo, el se dio cuenta que se ha enamorado. ¿Ella sentirá lo mismo?, ¿Lograrán estar juntos?, ¿Dejaran que una regla los separe? El miedo entre ellos harán que p...