PLL: The Hunger games.

Compensación

Emily entró al elevador sin mirar atrás, ¿Que había sido toda esa cháchara con la chica del uno? ¿Intentaba hacerla su aliada? Si, no podría tratarse de otra cosa y quizá le convendría hacerlo, de hecho, Muscida se lo había recomendado pero cuando lo recordaba volvía al dilema en el que se había sumido al despedirse de su familia: jugar su juego o pelear contra el capitolio, marioneta o rebelde, si elegía la primera evidentemente debía hacerse amiga de Alison Dilaurentis o al menos finjirlo, si optaba por la segunda... mejor practicar porque seguro terminaría más sola que la una y con el resto de los profesionales persiguiéndola.

El elevador se detuvo y a él entró una avox acarreando con dificultad a un hombre que berreaba al tiempo que decía incoherencias, nada más verla la chica abrió mucho lo ojos y pidiendo disculpas con la mirada se dispuso a salir.

No, espera-Emily carraspeó-déjame ayudarte-tomo al hombre por otro brazo y lo sostuvo-¿A dónde vamos?-la chica por toda respuesta golpeó el botón del número 6. Y viajaron en silencio hasta que las puertas se abrieron y la chica caminó llevando al hombre y a Emily consigo.

¿Caleb?-la que pregunta es una chica rubia vestida de una manera extraña... aunque Emily usa una bata casi de baño así que no va a criticarla-¿Hixton?-una sombra de reconocimiento parece cruzar su rostro-¡Hixton! recuéstenlo aquí-la chica quita unos cuantos cojines de un sillón elegante y las dos chicas lo dejan caer allí con todo el cuidado del que son capaces.

¿Dónde estaba?-inquiere. La Avox se limita a bajar la cabeza y retirarse. La rubia mira a Emily.

No lo sé-dice-yo estaba yendo con mis estilistas...

Espera, eres la tributo del... ¿cuatro?-ella asiente.

Me llamo Emily-la chica asiente.

Hanna-se presenta la rubia-carro viviente del distrito 6.

Bueno, nunca conocí un carro viviente-sonríe-en el capitolio sin duda hay de todo.

¿Tu vas a salir con eso?-la mira de pies a cabeza.

Ojalá-responde con un suspiro-pero no... aun no acabo con mi preparación.

ah... por un momento creí que tenías un estilista más torpe que el mío y no te habían hecho nada que te hiciera lucir-dice Hanna

Más bien tengo estilistas muy... comprometidos. yo soy la que no se deja hacer-Emily se acerca un poco a ella, tal como hizo con Alison momentos antes pero Hanna no se retira por lo que la chica del 4 le susurra en voz baja-es mi manera de rebelarme a esto-ambas chicas rien por lo bajo.

Espero que te funcione-comenta la rubia

Yo también... un gusto señorita carro viviente-Hanna le sonrió. Emily abordó el elevador de cristal y bajó al cuarto piso, dispuesta a enfrentar a su equipo preparación, por el cristal observó hacia abajo y se encontró con Alison mirándola, la vio enarcar las cejas y la saludó brevemente antes de entrar a la estación donde la habían preparado.

¡Allí está la estrella!-Emily fingió una sonrisa mientras Mergus se acercaba y depositaba un beso en cada una de sus mejillas-¡tengo listo todo para ti!

Espero que sea mejor que lo mío...-gruñe Jack sentado en un sillón. Mergus rueda los ojos.

¡Vamos!-Emily tomó una respiración profunda y se abandonó al juicio de su estilista.

Unas horas más tarde la chica se miró en el espejo e hizo una mueca ante su vestuario.

¿Tenían que pintarme el cabello?-