Cosecha Distrito 4

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Gira con gracia en el fondo marino y mira hacia arriba, rayos de sol se filtran en el agua produciendo una vista maravillosa. Emily sonríe y dirige la vista hacia su izquierda dónde Maya corresponde a su sonrisa, con un guiño le indica que suba y ésta así lo hace.

¿Pasa algo?-inquiere una vez fuera, Maya señala con una cabezada a la orilla por toda respuesta donde una pequeña niña morena se limita a mirar al mar inexpresivamente.

Ha estado así desde que llegamos-dijo acercándose a Emily quien la abrazó bajo el agua- bueno en realidad ha estado así desde que despertó, tuvo pesadillas incluso mojó la cama... -la chica suspiró-intenté subirle el ánimo pero no funcionó, Bali intentaba lo mismo pero creo que ya se ha rendido-Emily miró a la lejanía donde Bali jugaba con algunos de sus amigos a unos metros de ellas.

No te preocupes, déjame hablar con ella-Maya la besa y sonríe.

Gracias-Emily simplemente asintió y se sumergió para nadar a la orilla y al llegar a ella dejó que las olas la sacasen a la arena por la que caminó aun sintiendo como el agua acariciaba sus pies de cuando en cuando. La playa estaba vacía salvo por los niños que jugaban con Bali, un par de personas más allá y una pequeño grupo todavía más alejados de ella, aunque ese día al ser festivo nadie debía trabajar tampoco había muchas ganas de hacer nada. Emily se acomodó el cabello y se sentó al lado de la niña.

¿Te pidió que hablaras conmigo?-inquirió la niña.

Eres muy inteligente-respondió Em con una sonrisa entre dientes. La niña no dijo nada más, ni siquiera la miró, sus ojitos seguían fijos en el mar-Es normal tener miedo Larah-solo entonces la pequeña la miró con los ojos.

Parece que se ha olvidado de ello-dijo con pesar mirando a Maya-y papá ni siquiera me mira...

No es así corazón-le consoló envolviéndola en un abrazo al que la pequeña se abandonó-tu tía quizá ya no tenga que lidiar con la cosecha pero se muere de nervios también, por Bali, por tí y por mí... ¿Sabías que ella tuvo pesadillas esta noche?-la niña negó con los ojos llorosos-pasa lo mismo con tu papá, eres su bebé, el solo tiene miedo, todos lo tenemos.

No lo parece-dijo-estabas muy feliz nadando en el mar.

ah... bueno si-No le parecía buena idea confesar que si se empeñaba en disfrutar de su mañana era por que había una buena posibilidad de que se la quitaran-no les vamos a dar la satisfacción de que nos empañen nuestra mañana libre ¿no?-Larah asintió sin formar sonrisa alguna-¿Quieres ir a nadar con nosotras? ¿Ir con bali?¿Ir a casa?

Nadaré con ustedes-dijo sin estar muy convencida. Emily se levantó y ambas se dirigieron a las olas donde Maya se les unió, sin embargo no pasaron muchos minutos hasta que Larah se aferró al brazo de Emily, al principio la chica pensó que se hundía por lo que la sujetó con rapidez pero entonces la niña le echó los brazos al cuello y rompió a llorar, Em la envolvió en sus brazos y miró a Maya negando tristemente con la cabeza, sin mediar palabra Maya nadó hacia donde su otro sobrino jugaba con los niños mientras Emily sacaba a Larah del agua. Minutos más tarde ambas caminaban a casa.


Emily se miró en el espejo de cuerpo entero que estaba clavado en la pared de su cuarto, llevaba un gastado vestido aguamarina con un amplio vuelo y el cabello trenzado formando una tiara, suspiró sin querer pensar más y salió de su cuarto.

Te vez preciosa-le alabó su padre, se había arreglado también y por eso se entendía que no llevaba la ropa de trabajo-cada vez te pareces más a mamá-Emily sonrió con tristeza antes de verse envuelta en un abrazo de su padre de esos que solía dar cuando las cosas iban especialmente mal aquellos que por su ternura y firmeza le daban la confianza de enfrentar... bueno, lo que tuviera que enfrentar.

Minutos después ambos se abrieron paso entre la multitud en busca de los St.Germain, A Emily comenzó a dolerle el estómago odiaba el silencio en el que se movía toda la gente, la atmósfera silenciosa pero a su vez tensa, parecía envolverla y traer a flote sus peores recuerdos.

¡Em!-tanto la chica como su padre voltearon de inmediato, Maya se acercaba a ellos, seguida de su hermano y de sus sobrinos. Emily soltó un suspiro de alivio y nada más llegar a donde estaba la abrazó-¿Estás bien?-La chica asintió pero la aferró mas fuerte. Captando el mensaje Maya la acunó entre sus brazos, imaginando que por un segundo, solo un segundo puede protegerla de todo.

¿Es tiempo ya?-inquirió el hermano de Maya con voz rasposa, solo entonces Emily se fijó en él, tenía el rostro desencajado y los ojos rojos. Mejor no preguntar.

Supongo que ya-suspiró Wayne mirando al rededor. Los hombres se despidieron de los niños y luego de Em, Maya hizo lo propio y antes de partir a buscar un sitio para ver besó a Emily deseándole suerte. Luego la chica tomó a los dos niños de la mano y se dirigió al registro.

Fue igual de malo que las seis veces anteriores, pero intentó mantener la calma por Larah, ya que Bali siempre se lo tomaba con mucha calma, su padre incluso decía que el niño no se daba por enterado y eso parecía correcto. Ambos niños caminaron para tomar su lugar entre los chicos de su edad y Emily suspiró. Mientras relataban una vez más la cantaleta de los días oscuros Emily procuraba como todos los años mirar al frente sin pensar aunque pocas veces podía lograrlo en esa ocasión por ejemplo su mente se veía asediada por olas de recuerdos y de cosas que podían ser; pensaba en su madre, en las historias que solía contarle, historias que ella creía que pasarían a sus hijos, la probabilidad de ser sorteado, la probabilidad de que alguno de los niños lo fuera, todo pasaba tan rápido en su cabeza que no se dio cuenta de que tan avanzada estaba la ceremonia hasta que escuchó el grito, ese que hizo que varios volteasen hacia los asistentes, ese que heló la sangre de Emily a pesar de que el sol cubría el distrito 4 a plomo: era el grito de Maya.

Emily volteó de inmediato pero lo que vio no le pareció coherente, Maya intentaba correr hacia los chicos de la cosecha pero estaba siendo sujetada por Wayne, a su hermano no se le veía por ningún lado, Emily miró a su padre y vio en su rostro una mueca de pena, pero no acabó de conectar las ideas hasta que vio como dos agentes arrastraban al escenario a la pequeña Larah quien se retorcía y lloraba. El hombre del capitolio (cabello verde chillón y una cara extrañamente alargada) exhibía una mueca de desagrado hacia la niña.

Bien-dijo con voz forzadamente jovial-arriba, arriba pequeña Larah-la niña quedó hecha un ovillo sollozando en el estrado-bien, ¿Algún voluntario?-Emily no prestaba atención, un recuerdo se reproducía en su mente, el recuerdo que más la atormentaba al cual pasó noches y noches buscándole sentido, ahora le parecía tan evidente... Emily levantó la mano lentamente y sintió todas las miradas clavadas en ella, no esperó invitación formal, bajo la mano y caminó con lentitud hacia el estrado, el grito se hizo más intenso pero ella fingió no notarlo.

Increíble!-farfulló el hombre mientras los agentes soltaban a Larah quien se fue corriendo del lugar-¿Cuál es tu nombre?

Emily Fields-respondió

Bueno-el acompañante soltó una risa estridente-¿No es una ironía que vivas en el mar, lindura?-Emily rodó los ojos-bueno, ya vamos. Ahora es turno de los caballeros-Fue sorteado entonces el nombre de un niño de 12 años, con cabello cobrizo y ojos verdes que aunque subió el estrado tenso y con el pánico claramente reflejado en la cara no hubo quien se ofreciera por él, Emily negó con la cabeza decepcionada, enojada, impotente ¿No eran un maldito distrito profesional? ¿Donde estaban los idiotas deseosos de arriesgar la vida por algo de gloria y pan?. Mantuvo la vista perdida en el horizonte durante la lectura del tratado de la traición hasta que por fin tuvo el valor de dirigir su mirada al lugar donde deberían estar su padre, su novia y el hermano de esta pero sorpresivamente allí no había nadie.

PLL: The Hunger games.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora