De vuelta a casa

169 8 2
                                    

Aun recuerda la ira que sintió después de que él abriera una caja contrabandeada del capitolio con aceites, telas finas, algunas joyas y una pequeña bebé bastarda.

¿Cuánto tardarán?-inquiere Verónica a Yir, el amo de llaves de Melissa.

No mucho mi señora-informa este-la señorita estará aquí en tres días y la orden es tener todo listo para entonces.

Melissa se encuentra en el capitolio todavía y aunque su madre no alcanza a imaginar que más queda por hacer allí ahora que el distrito uno se ha alzado victorioso nuevamente lo respeta, no puede hacer más, no se atreve si quiera a preguntar el motivo de su tardanza pues de cualquier forma no tiene sentido sabiendo que su hija no va a responder.

¿Sabes si puedo poner algo dentro?-inquiere de nuevo al chico que la mira desconcertado-algo en el ataúd o en la cripta...

Supongo que no habrá ningún problema con que lo haga-dice el chico-¿No lo habló con la señorita?

No he hablado con mi hija desde que se marchó-informa la mujer-ni siquiera sé que es lo que mandó construir, que forma, los colores, dónde esta mi hija ahora... no sé nada...

Permítame-dice el chico caminando para señalar al jardín donde al menos una centena de hombres trabajan sin descanso coordinados como hormigas, cavando, cargando midiendo y de más-la señorita ha pedido "erigir un mausoleo digno de una vencedora"- dice sacando un pequeño papelito de su bolsillo para leer las palabras exactas-y lo será-añade el chico-la estructura principal tendrá cinco columnas de cantera negra, a su lado tendrá cinco capillas de soporte y detrás de ella tres torrecillas, todo con interiores y exteriores de mármol blanco dorado y gris, una puerta de encino noble rematado en acero y bañado en oro...

¿Oro?-inquiere la mujer

Oro-repite el chico-lo pidió expresamente. la mayoría de los muros serán de hecho ventanales de manera que el sol y el aire entren a merced, la estructura se rematará con una bóveda de cristal con disco obturador en el centro en caso de que desee cerrarse el paso de luz de la bóveda.

Suena...-

¿Imponente?-el chico sonríe-si, con lo que ha gastado aquí podría alimentar a tanta gente...

¿Que quiere decir eso?-inquiere Verónica.

nada-responde el chico-solo una expresión... ¿Sabe cual es el detalle más lindo de todos los que pidió?-la mujer niega-mandó dejar las paredes intactas, parece que las esculpirá ella misma.

Excelente-suspira Verónica con un nudo en la garganta-¿Dónde tienen a Spencer ahora?

En la carpa del sótano-dice el chico.

¿Y mi esposo?-

El... no estará en el entierro-informa el chico-parece que ha surgido algo...

Lo que sea-gruñe la señora Hastings antes de bajar al sótano-siempre surge algo.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

¡NO LA TOQUEN!-Wayne empuja uno de los soldados de paz que se disponían a bajar el ataúd de Emily -NO SE ATREVAN...!-hay tanto odio en la voz del hombre que el capitán se encoge de hombros y con una cabezada indica a sus hombres que se retiren. Wayne y el hermano de Maya toman el cajón de madera, es evidente que no podrán con él, Maya se acerca dispuesta a ayudarles.

¿Me permitiría?-El hombre que pregunta tiene la piel cetrina y los ojos tristes, va acompañado de otros dos chicos que evidentemente han pasado su época de cosecha.

¿Usted es...?-Maya lo barre de arriba a abajo con desconfianza

El padre de Jack-dice con simpleza-vi a su hija ayudar a mi pequeño y...-no añade nada más. Wayne asiente. El padre del chico, uno de los muchachos, Wayne y el hermano de Maya toman la caja de madera grande en hombros y avanzan. El otro chico y Maya se ocupan del pequeño. 

PLL: The Hunger games.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora