PLL: The Hunger games.

Sesiones

Ali permaneció estoica mientras el elevador descendía, a su lado Noel también se mantuvo en silencio fulminándola con la mirada. Si el chico pensó que las cosas no podían torcerse más después de la batalla campal en el centro de entrenamiento se equivocaba, no solo porque Emily se rehusó a delatar a la chica Dilaurentis delante de todos, sino porque la rubia terminó por acusarlo con sus mentores. Ali habría pensado que le harían una reprimenda y nada más, buscaba humillarlo más que otra cosa, pero estos habían pegado el grito en el cielo, más que por su comportamiento al secuestrar a una tributo y drogarle les preocupaba el hecho de que habían podido descubrir la ventaja que Cashmere solía darles a sus tributos, algo que por cierto Gloss fingió no saber frente a Noel.

Me vas a pagar esta-murmuró Ali por lo bajo.

¿Molesta por lo que le ocurrió a tu puta?-Se burló él-Sabes que después de lo que pasó no va a quererte ¿cierto? Es decir, si alguna vez te quiso... Oh porque mientras estaba en su nube como llamaba a su adorada Maya...-Ali enarco las cejas sin parecer afectada aunque aquel comentario le cayó como un fuerte golpe en el estómago-¿Que se siente estar por debajo de una mugrienta del distrito cuatro?

No sé-dice Ali con altanería-pero dime tu ¿Qué se siente que aun siendo superada por esa mugrosa me dieran la llave y con ello más oportunidades a mi? ¿Dónde te deja eso Noel?

Gloss no lo sabía...-comenzó el chico con una mueca pero Ali no esperó a que dijera más y salió caminando altiva a penas se abrieron las puertas del ascensor. No tenía ninguna gana de pelear con Noel, lo que en ese momento necesitaba era ver a Emily pues después de la desastrosa última sesión de entrenamiento tanto ella como el resto de los tributos estuvieron arrestados en sus habitaciones y ni Axah fue capaz de contactar con la muchacha, dicho sea de paso Ali se moría de ganas de disculparse por afectara de esa manera, necesitaba hacerle saber que aunque su manada la hubiera dejado aún tenía a alguien. Entró decidida a hablar con ella pero en la sala donde se suponía que los tributos debían esperar no había nadie.

¿Dónde están todos?-inquirió a un guardia.

Por su desastre de ayer, se acordó que bajasen por distrito-dice él hombre-así no tendrán que verse-Ali amaga una sonrisa, seguro que la vigilante Vanderwaal estará complacida-le esperan ya, señor Khan-la rubia se limitó a mirar mientras el chico asentía y seguía el camino que el agente indicaba.

Allí va la primera señorita!-comenta Cece con una sonrisa agarrándose del brazo de Mona-¿Estamos listos?

Siempre-dice Ian mirando a la rubia sugestivamente.

Alison se dirige al puesto de espadas toma una y la blande con soltura cortando todo cuando está a su paso: lazos, lanzas de madera, muñecos de prueba... también tira unas lanzas y gira un par de mazas hasta que toma un escudo circular... y es entonces que Mona centra en ella toda su atención en ella: sabe que ese instrumento no está allí por casualidad: no está en el esquema básico de herramientas pero Cashmere debe haberlo hecho pasar gracias a uno de sus vigilantes cosa que no agrada a la jefa, necesita saber quien es la persona que le hace favores a Cashmere Richeigh. La rubia es un éxito, es capaz de golpear cosas con el escudo y romperlas... cuando termina su demostración todos parecen complacidos.

La pantalla frente a Mona muestra las notificaciones en cuanto sus vigilantes mandan su prospecto de calificación cuando las tiene todas, el sistema las suma, promedia y resta un punto por mal comportamiento, todo aquello mientras ella llama al señor James.

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Esto nos viene como anillo al dedo-dice Lyndon.