Agua salada

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Baja corriendo las escaleras, dos veces ha estado a punto de caerse pero no importó, tal como lo hace al entrenar en el Gauntlet, no se detuvo hasta llegar a su destino: el escondite en el pasillo del piso B donde acomodó un par de mantas, una almohada y se tumbó con la entrada parcialmente cerrada; no tenía ninguna gana de volver a su cuarto en toda la noche para enfrentar los regaños de Cashmere. Ella después de todo no tenía la culpa de que Spencer decidiera rebelarse y los estúpidos del siete fueran lo suficientemente ilusos para seguirla, incluida Jeannette quien les había jurado a Noel y ella que si se separaban se quedaría con ellos. "Esa zorra acaba de sellar su destino" es en todo lo que Alison pudo pensar.

Pasaron los minutos y ella se quedó allí tirada observando el metal encima de su cabeza pensando en lo que Cashmere le ha dicho, pensando en lo que Noel le ha dicho, pensando en que hace algunas horas era la líder de una manada que tendría que batallar contra los no profesionales y ahora está sola contra dos poderosas alianzas, porque duele admitirlo, pero el distrito dos y siete son hábiles y los otros son demasiados, contando a Emily y Jack quienes se han unido formalmente a ellos, si Harrik decide quedarse del lado de Caleb, Alison está acabada y ella lo sabe. La chica suelta un suspiro de frustración, la imagen de su hermano Charlie le viene a la mente, anhela que su voz que le cante como cuando eran pequeños... aunque ahora no sabría decir cuál era la canción que usaba, él siempre podía calmar sus llantos.

Ven a mí-murmura suavemente-en tus horas oscuras, deja que te guíe mi luz...

Esa es una cosa que había olvidado preguntarle a Emily ¿Había cantado para ella esa noche? ¿Por qué? Se supone que la vería como siempre para entrenar pero honestamente en ese momento no tenía ninguna gana de hacerlo, aunque ahora era más necesario que nunca.

¿Ali?-El susurro de Emily la sorprendió.

Aquí-responde la chica a sabiendas de que intentar ocultarse de ella en su propio escondite no funcionará. Emily se asomó y miro curiosa la re decoración que la rubia había hecho-¿Te gusta?

¿Piensas dormir aquí?-inquiere con desconfianza.

Pienso ocultarme aquí-dice con altanería-hasta que acaben los juegos.

¿Puedo pasar?-Ali lo meditó, no le apetecía estar con nadie pero... la idea de ella haciéndole compañía de pronto le pareció gratificante, quizá porque no había nadie más a su lado que no quisiera juzgarla, o quizá porque ella la había cuidado como Charlie lo haría, cantándole para tranquilizarla... pensándolo bien, quizá hasta podría pedirle que lo volviera a hacer.

Adelante-dijo al fin. Emily se abrió paso como pudo a su escondrijo quedándose sobre las mantas tal como Ali y un segundo más tarde la rubia se dio cuenta la tenía frente a si, su rostro caramelo y sus ojos dulces la estaban mirando con cautela solo a un palmo de distancia.

¿Cómo estás?-inquirió Emily con ceño preocupado pero Alison no pareció reaccionar-¿Ali?

¿Eh?-

¿Cómo estás?-repite Emily y solo entonces la rubia aparta la mirada de sus labios para intentar encontrarle sentido a sus palabras. Cuando lo hace la rabia vuelve a subir a su tono de voz.

Estoy sin alianza y metida en este agujero-responde la chica-¿Cómo crees que estoy?

Tranquila-murmura la chica-pregunta estúpida, lo sé, pero necesitaba hacerla. ¿Te escondes de tu mentora?

También de Noel, Gloss, Scaurus y cualquiera de sus mugrosos sirvientes-dice molesta-todos la traen conmigo por lo ocurrido con esa zorra.

Ya me lo imaginaba-suspira Emily y aunque Ali intenta ignorarlo no puede evitar sentir una leve caricia de su aliento en su rostro, descolocandola por algunos segundos.

PLL: The Hunger games.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora