Lo que pasó después: claridad (parte uno)

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Ali respira entrecortado, Kahji, su nuevo estilista le inyecta otro medicamento, es el tercero en una hora, pero Ali sencillamente no se calma.

¿Dónde está Cashmere?-inquiere.

No podrá venir a verte, debe estarse preparando para su salida triunfal-canturrea Kahji sacudiendo sus rizos naranjas-ahora, quietecita deja que termine con tu cabello ¡Quedarás como una princesa!

Es verdad, queda hecha una princesa, una princesa que recibe otros dos pinchazos más antes de ser conducida por Axia a la puerta.

"Esta bien" articula la avox sin palabras "Cabeza al frente, tu puedes con ello"

Ali no lo siente pero igual lo hace, sale de casa, enfrenta a las cámaras, sube al estrado, Cashmere está allí, también Gloss, ni Plutarch, ni ningún rebelde pudo preverlo por eso están todos allí, en un vasallaje de vencedores. ¿Órdenes? Las órdenes son sencillas: de ser sorteados deberán proteger a Katniss y Peeta, el voluntariado, es opcional, pero para Ali no es una opción, está segura de que nadie confiaría en ella.

El hombre se acerca a la urna de las chicas y toma una una papeleta, Ali no tiene tiempo de desear que no diga su nombre:

Cashmere Richeigh!!-el corazón de Ali se hiela, su mentora sonríe y saluda, la multitud parece conmocionada, Ali lo está, tanto que cuando el acompañante llama por voluntarios siente la necesidad de dar un paso al frente por quien siempre la protegió, pero su antigua mentora parece conocerla mejor de lo que Ali pensaba, porque le dedica una mirada y con ello basta para que ella se detenga. La papeleta masculina tiene el nombre de Gloss. Ali se remueve incómoda mientras los hermanos levantan las manos falsamente emocionados, pronto son llevados al palacio de justicia, Cashmere se voltea antes de entrar y le sonríe a modo de despedida, Ali le corresponde, aunque de ese momento la chica recordará mas que su sonrisa, su mirada firme, esa que asegura que podrá enfrentarse a lo que sea.

Ali apenas tiene tiempo de ver los juegos pues su casa se ha convertido en un hervidero de gente que monta la operación rebelde del distrito uno en el corazón de su sótano. Llega de todo; armas, objetivos, municiones, un equipo de transmisiones de última generación, un montón de gadgets que no sabría nombrar y más, muchas más municiones de las que podría contar. Plutarch también ha mandado órdenes para ella: debe pasar a la siguiente fase de su entrenamiento militar. Y si bien volvió a los entrenamientos físico desde que se se anunciase el vasallaje previendo que pudiese salir sorteada, el vigilante en jefe insiste en que se pruebe montando y disparando rifles de asalto.

Carajo...-gruñe por lo bajo mientras intenta embonar las piezas de metal inútilmente, intenta seguir los pasos que marcaron las manos de Axia quien ha resultado ser una militar habilidosa pero simplemente no da resultado. Alguien se pone frente a ella y sus manos fuertes y hábiles terminan el trabajo. La rubia lo fulmina con la mirada.

Perdona-dice el chico-no creí que te molestara... me llamo Fabian.

Si no me importó que me ayudaras con algo que necesito aprender ¿Crees que me interesa tu nombre?-Fabian levanta las cejas y se marcha ofendido. Ali desmonta nuevamente el rifle soltando un gruñido de frustración. Odia los rifles, odia a los chicos y también a las chicas que se acercan buscando pretenderla, no les tolera, aunque no entiende por que, ¿Es debido a Emily? La chica espera que no, porque es inútil esperarla dado que aunque estuviera viva es claro que no la elegiría a ella, pensándolo bien, después de ese amor imposible Ali cree que existe el amor pero solo para determinadas personas. Y ella no es una de esas.



Cuando entra en su sótano-cuartel todos le miran con mueca de pena aunque ella finge no darse cuenta, va al puesto de armas sintiendo un hueco en el estómago y toma una, luego en la sala insonorizada donde los poquísimos rebeldes del distrito uno se entrenan, vacía el cargador con un grito de rabia. Reposta. Y vacía el cargador nuevamente. Reposta y repite la operación. Lazarus uno de sus avox baja y pone le pone una mano en el hombro pero ella se la sacude. Luego ve a Axia con los ojos enmarcados con sus lágrimas de cristal y sin poder contenerse la abraza y llora.

PLL: The Hunger games.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora