Pesadillas reales

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Como siempre al llegar la saludó, respondió que estaba bien cuando preguntó pero se apartó de inmediato de ella, aún sentía el sudor frío bajando por su espalda, su mente seguía intentando volver a ese sueño aún en contra de sus deseos... no se consideraba la mejor compañía en esa situación por eso pidió que la dejase sola un momento, Ali asintió y vio con preocupación como Emily juntó todos los cuchillos cortos en una desordenada pila y se dirigió al puesto equipado para lanzarlos.

Emily respiró intentando calmarse, tomó uno y lo lanzó, pero la mano le temblaba y el artefacto fue a parar lejos de la diana con forma humana que tenía varios metros enfrente, procedió a tomar otro pero falló también, el resultado no varió en las siguientes ocasiones sin embargo hubo otro cambio; la tributo del distrito cuatro comenzó a acelerar la velocidad con la que tomaba y lanzaba los cuchillos, primero uno...

-corre

luego otro.

-¿a donde vamos?

otro más.

-No te detengas, corre...

y otro

destellos fugaces de un verde vivo desdibujado por el sueño y la escasa velocidad...

otro, otro y otro lanzamiento...

-¡Deprisa!

más y más gritos, más y más cuchillos, Emily está fallando en todo: en los tiros, en controlar su memoria y sus lágrimas. Ningún tiro da en el blanco, no importa lo fuerte que lance, no importa que sus manos se desdibujen por la velocidad...

entonces resuena en su mente un grito aterrador mientras observa la sangre correr en torrente sobre baldosas de piedra que se corroen por la sal...

Y también grita en la realidad.

-Carajo!!-La sangre brota si, pero no es un charco que corre por baldosas de piedra, sino un hilo serpenteante que escapa de la palma de su mano-Carajo!-repite sujetándose la muñeca en un vano intento de parar la hemorragia.

¡Emily!-Alison se acerca corriendo y mira la herida con marcada preocupación-No te muevas, hay un botiquín en algún lado...-sale disparada sin decir nada más, pero Emily si se mueve, va por el cuchillo tirado en la distancia, la hoja está manchada con su sangre (lo ha tomado por la hoja en su frenesí) y lo bota hacia otro lado, luego se sienta en una de las colchonetas del Gauntlet y suspira, está sudando frío de nuevo, tiene los ojos llorosos, todo duele dentro de ella, de hecho, el dolor más insignificante es el provocado por el filo del cuchillo.

Déjame ver-Emily da su mano a Ali y esta se ocupa de la herida intentando no lastimarla, sin saber que incluso si lo hiciera ella no lo notaría-¿Mejor?-la chica asiente.

-Gracias-Emily se recarga en la colchoneta y da un suspiro ahogado.

-¿Puedo saber que pasa?-inquiere Ali pero Emily niega-Por favor, déjame ayudarte...

-Estaré bien-dice-necesito descansar...

-¿Estás segura?-murmura Ali. Emily guardó silencio por un buen rato; aquella pesadilla era su mayor secreto, su cruz, la garra que la asechaba todas las noches, confiado solo selectos oídos no a cualquier chica que llevaba menos de una semana de conocer pero... ¿Era Alison cualquier chica en su vida? No, no lo creía... Miró sus ojos azules... Un secreto grande si, pero ahora que su vida colgaba de un hilo... ¿Importaba en realidad conservarlo?

No quieres saberlo-dice-solo fue un mal sueño.

Si quiero-la siente dubitativa cuando toma su mano-cuéntame tu sueño-Emily la mira, luego asiente solemne.

PLL: The Hunger games.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora