PLL: The Hunger games.

Día 7

¿Será el embate de las olas? ¿O el haber pensado en ella todo el día? Emily no lo sabe, pero de pronto en medio de la guardia escucha un sonido familiar.

Bu-la chica voltea y se queda mirando extrañada, aquello no puede ser real, como si adivinara sus pensamientos Maya sonríe-¿Que pasa guapa? ¿No estás feliz de verme?

E...-Emily mira a su prometida con los brazos en el islote de roca y el cuerpo en el lago que las rodea, como una sirena que sale a decir buenos días al despistado marino-¿Estoy soñando?

Siempre tienes sueños muy vívidos-dice Maya mirándola coqueta-así que puede ser... o puede que haya venido aquí mandando al carajo las reglas solo para verte.

Eso sería tan propio de ti-Emily rueda los ojos y ambas se rien. Ambas se miran-Te extraño

Yo también-confiesa la chica-nuestra cama está vacía igual que mi corazón cuando tu estás lejos... aunque de hecho parece que te estás divirtiendo con tu amiguita rubia.

¿Que...-la chica enrojece. Ali y los besos que le ha dado, seguro que su chica ha visto eso-¿Sabes lo de Ali?-Maya asiente- No se que hacer con ella.

¿Quieres mi opinión franca?-inquiere la chica

Siempre-responde Emily.

Aléjate de ella-dice-o córtale la garganta ya mismo, no será más fácil mañana y si quieres volver a estar conmigo-añade acercándose a ella-eso de todas maneras ocurrirá...-Emily siente el magnetismo atrayéndola hacia la chica, una parte de ella se muere por pasar los dedos entre sus cabellos negros y deslizar sus manos por su espalda mojada por el agua del lago, pero otra, algo dentro le pide que huya, es de echo mirar directo a sus ojos y encontrarlos carentes de brillo y recordar la proposición que le ha hecho lo que la hace darse cuenta de que aquella no es su amada y ese no es un sueño. Sin embargo se ha acercado y un segundo después observa aterrada como las suaves manos de su chica se trasforman en garras y sus dientes en colmillos filosos de los que escurre un líquido claro y viscoso, no le queda tiempo de reaccionar, afortunadamente antes de que la criatura tenga tiempo de dañarla, un cuchillo se le clava en la sien, Emily reacciona y la aleja de si de una patada, definitivamente ella no es Maya, definitivamente este no es un sueño.

¿Estás bien?-Ali se acerca a prisa mientras Emily mira a su alrededor en shock: del agua salen extrañas criaturas de forma humanoide que se arrastran dispuestas a subir al islote.

No... no era ella-balbucea.

No, ella está en el distrito cuatro-suspira Ali-mucho más a salvo que nosotras, así que toma el tridente, hay que...-la rubia se para en seco cuando ve a su pequeño hermano Charlie, justo como lo recuerda en su lecho de muerte: con la piel amarillenta, los ojos hundidos y la boca llena de sangre-... hay que...

No lo mires-ordena Emily tomándola de la mano y halándola al centro del islote. Ali avanza tropezando junto a la chica y toma su espada y escudo.

No podré hacerlo-dice sin más-no podré matarlo

Yo lo haré-responde Emily tomando su tridente-tu ocúpate de los míos y yo de los tuyo...-un rugido suena en el cielo, poco después, la lluvia comienza a caer, mojando a las viscosas formas de Kenneth, Wayne, Jessica, Pam, Jason, Bali, Charlie, Larah, Maya... una y otra vez sus seres amados escalan la roca intentando desgarrarlas.

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Aria suelta un grito cuando los ve aproximarse, al principio ha pensado que se trataba de más muto payasos, pero cuando estos se han acercado un poco más pudo distinguirlos un poco mejor: todos eran niños, todos lucían como su hermano; pequeños, escuálidos, todos desde abajo del árbol usaban sus manitas con garras para trepar por la corteza hacia donde Aria se había atrincherado.