Conociendo

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¿No vas a comer nada?-Spencer niega y Melissa suelta un bufido-deberías hacerlo, lo que menos queremos es que te desmayes a medio desfile.

El desfile es hasta mañana-repica la menor de las hermanas-comeré algo temprano.

Tampoco quiero que lo eches fuera encima del carruaje-dice-necesito que causes la mejor impresión posible, para que en base a eso te consiga patrocinadores.

Ya lo sé-

¿Entonces?-

Comeré algo temprano-repite.

Hey!-Spencer se sobresalta cuando Melissa golpea la mesa con ambas manos-Sé que lo odias y lo entiendo, pero por la siguiente semana vas a tener que obedecerme ¿entendiste? Es tu mejor oportunidad de salir viva de estos juegos, así que come algo, llegaremos al capitolio antes del anochecer pero para entonces tu estarás dormida y mañana temprano desayunarás ligero, para que los estilistas no tengan problema contigo-Ni siquiera espera a que su hermana responda, simplemente sale del vagón comedor.

Spencer se queda un buen rato meditando sobre su suerte y pellizcando de cuando en cuando un elegante pan del capitolio. No hace mucho durante el viaje, salvo ir a ver el resumen de las cosechas cuando Lyndon, su compañero la invita, pero tampoco a ellos les presta mucha atención, memoriza a la mayoría de los tributos y por lo que ve, puede clasificarlos fácilmente: los tributos del 1 y su compañero son los más fuertes, de allí estarían la chica del cuatro, los del siete, la chica del once y el chico del doce quienes podrían dar la sorpresa, el resto están fuera del radar dado que no se ven lo suficientemente duros para la competencia. Luego del resumen Enobaria llama a Lyndon para una "reunión" en la plataforma final del tren. Spencer se queda esperando a que su hermana la llame, pero esto no ocurre, al final decide sentarse en uno de los vagones de descanso disfrutando de ver pasar el paisaje a una alta velocidad, hasta que sin previo aviso las tenues luces del ocaso se apagan de golpe, haciendo que la chica se enderece en su asiento.

Estamos entrando a la ciudad-suspira Melissa quién se sienta a su lado. La oscuridad dura mucho, más de lo que Spencer soporta, estar bajo tierra le recuerda a su abuelo, quien una tarde la hizo bajar a la oscura cantera donde se perdió... La chica sacude la cabeza intentando alejar esos pensamientos.

¿Miedo a la oscuridad?-inquiere Melissa

Cierra la boca-

No hay nada que temer-responde la chica con una mueca-yo te protejo hermanita

No me... wow!-exclamó Spencer cuando cuando el sol irrumpió en el tren, cegándola por unos segundos después de los cuales se pegó a la ventana para observar la ciudad del Capitolio. Las imágenes que había visto en televisión no alcanzaban a transmitir la esencia de aquel conjunto de impresionantes edificios, que a la luz del ocaso resaltaban contra el horizonte montañoso-es... ¡increíble!-miró a su hermana quien parecía tener la mirada perdida en el piso del tren-¿Melissa?

Si-responde con un suspiro de añoranza-el sol forma bonitos colores, contra el capitolio ¿no? lo hace ver más increíble de lo que es...

¿Estás bien?-inquiere. la vencedora parece perdida.

Clavian-dice Melissa-mi compañero de distrito, estaba tan cautivado como tú.

¿Tú no lo estabas?-

Si, un poco-responde-pero tenía otras cosas en mente.

¿Cómo...?-

Ganar los juegos-responde la chica. Spencer asiente mientras mira a la gente vestida de manera extraña, con artilugios imposibles hechos de colores chillones bastante irreales.

Ah...-

De hecho vamos a empezar con eso-dice mientras la abraza cariñosamente-¿Sientes como frena el tren?-la chica asiente-dentro de poco nos verán, saludarán... no te contengas, se melosa y linda-Ni bien lo hubo dicho aparecieron frente a ellos un grupo de personas que les señala, emocionados, a Spencer se le revuelve el estómago ¿tan ansiosos están de sangre? sin embargo nota que su hermana saluda y ella hace lo mismo, intentando ser encantadora.

Mira allá-dice Melissa señalando a la lejanía.

¿Qué cosa?-

Todo-sonríe ella-te estoy enseñando mi ciudad favorita, venga, ¿No es preciosa?

Ah-Spencer sonríe captando la idea-¡Es preciosa!

Lo sé, y algún día todos ellos te adorarán como a mí-lo que pasa después por más pequeño que sea descoloca a Spencer; es un beso de su hermana en sus cabellos castaños un gesto olvidado hacía años. La siguiente sonrisa que la chica esboza, no es para nada fingida.

Unas horas más tarde reina el silencio en el tren que permanece estacionado en el andén metálico, la oscuridad ha caído sobre el capitolio y las puertas permanecen cerradas, se supone que los tributos deben dormir pero Spencer no lo consigue, por lo que termina en el último vagón; el vagón panorámico desde el que vio el capitolio contra el ocaso, en el gran hangar subterráneo que se supone debe albergar a los trenes de todos los distritos sólo se encuentran el perteneciente a su distrito y al distrito tres. Por la forma en la que los trenes se acomodan Spencer puede ver de frente el espacio vacío del 8 y también nota como a la mitad de la noche llegan los distritos 4, 1 y 10, y en la madrugada arriban los distritos 9 y 7 fue este último el tren que más llamó su atención, pues no estaba vacío como los demás: allí había un chico, un chico que lloraba.
Spencer se enderezó en su asiento y lo miró atentamente: cabello cobrizo, espalda ancha hombros y brazos fuertes, eso era todo lo que alcanzaba a ver desde la distancia, el chico se quedó con las manos en el rostro llorando por varios minutos hasta que levantó la vista y sus miradas se encontraron. Spencer intentó ocultarse pero fue inútil, el chico se levantó en apariencia molesto y se internó en el tren perdiéndose de vista.

PLL: The Hunger games.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora