Con una mezcla de sorpresa y repulsión, Louis se dio cuenta de que lo que había encontrado era una trampa para aquellos que, como él, buscaban lo inusual. El joven exhibido era una víctima del comercio ilegal, una realidad que había sido ocultada tr...
Josef lo recibió con una sonrisa de triunfo, sus brazos extendidos en un gesto exagerado de victoria al ver a Harry salir de la sala tras la venta.
—Felicidades, Styles. Te vendimos al mejor precio y sin regateo —dijo, aplaudiendo con satisfacción mientras acariciaba la mejilla de Harry con una familiaridad repugnante— ahora, debemos entregarte a tu dueño, así que ten presente tu actitud de niño obediente.
Harry parpadeó, atónito, intentando procesar las palabras de Josef.
—¿Mi dueño? —preguntó, su voz llena de incredulidad y dolor. No podía creer que esa era la realidad que le esperaba.
—Sí, la persona que pagó por ti —respondió con una sonrisa fría, visiblemente divertido por la confusión de Harry— ¿no conectaste tus neuronas durante todos estos meses?
En un arranque de desesperación y rabia, Harry empujó a Josef con una fuerza medida, aunque insuficiente para causar daño real.
—Vete a la mierda —escupió, con el furia en su voz— ten presente cada día que pase que todo este imperio que has construido caerá. No sé cómo o cuándo, pero sucederá, y me encargaré de ser parte de eso.
Josef, lejos de estar intimidado, sonrió con desdén.
—Eres un niño tan ingenuo, Harry. ¿De verdad crees que eres el primero que amenaza con esto antes de irse? Qué tierno resultaste ser —dijo con sarcasmo, mientras tomaba a Harry del cabello con una fuerza dolorosa— nunca conseguirás nada porque este lugar está respaldado por policías, políticos y muchos más del alto poder. Lo que intentes hacer será no solo tonto, sino inútil.
Mientras la tensión en la habitación crecía, una voz interrumpió la conversación desde otra habitación.
—Señor, el lobo está esperando por Adonis —anunció, cortando la conversación y obligando a Josef a soltar el cabello de Harry.
—Magnífico —respondió Josef con una expresión de satisfacción— llévalo con él y asegúrate muy bien de que no haya reembolsos, al menos no con vida.
Con un último gesto de desprecio, Josef pellizcó la mejilla de Harry antes de permitir que lo arrastraran hacia su nuevo destino.
—Buena vida, Styles —dijo con un tono que mezclaba burla y desprecio— saluda a tu tía de mi parte si la ves.
Harry fue conducido por los pasillos hacia su nuevo "dueño", con el peso de sus palabras resonando en su mente.
