Harry se encontraba sumido en una tormenta interna, una batalla silenciosa entre la desesperación y la determinación. La decisión ya estaba tomada, no había vuelta atrás. Su vida y la de aquellos a su alrededor estaban en juego, y sabía que debía protegerlas a toda costa. El peso de esa responsabilidad se sentía cada vez más abrumador, especialmente cuando intentaba mantener una fachada normal frente a Louis. La ansiedad y el estrés se habían convertido en sombras que lo consumían desde el interior.
A medida que Louis le hablaba, su voz pareció cortar la niebla de sus pensamientos. La preocupación en los ojos de su novio era palpable, y eso solo añadía una capa más de angustia al conflicto interno de Harry.
—Hazz —llamó Louis, su voz llena de una preocupación sincera—, ¿está todo bien?
Harry se vio arrastrado de vuelta a la realidad, donde la mentira se presentó como su único refugio. Un nudo de dolor se formó en su garganta mientras intentaba sonreír, una sonrisa que no lograba alcanzar sus ojos cansados.
—Sí, todo está bien. ¿Por qué preguntas? —mintió con un esfuerzo doloroso, cada palabra se sentía como una traición a la verdad.
—Te he estado notando... distante. ¿Algo que quieras contarme? Ya sabes, para desahogarte.
Harry sacudió la cabeza, buscando la manera de mantener la conversación ligera, aunque sus palabras no consiguieran ocultar la verdad completa.
—No, Lou, tranquilo —contestó, forzando una sonrisa que parecía más una mueca— solo quiero decirte que hoy iré a la cafetería del centro, la nueva que abrieron.
—¿Mr. Coffee?
—Esa misma. Quiero saber qué es tan llamativo de ella —dijo Harry, moviendo las manos como si esto pudiera desviar la conversación de su verdadero estado de ánimo— dicen que hacen el mejor café y pan de calabaza. Mi paladar tiene que juzgarlo.
Louis asintió, aceptando la excusa sin hacer más preguntas. Harry aprovechó la oportunidad para acercarse y acurrucarse entre sus brazos, buscando consuelo en la cercanía de su ser querido. Con un esfuerzo casi inaudible, comenzó a llorar en silencio, agradecido de que Louis no pudiera ver la tormenta que se desataba en su interior. El alivio y la tristeza se mezclaban mientras sentía la mano de su novio entre su cabello, brindándole una sensación de seguridad efímera.
Cuando finalmente se despidió de Louis y se dirigió a la cafetería, el trayecto estuvo marcado por un desasosiego creciente. Cada gota de lluvia que golpeaba el parabrisas parecía resonar con sus temores, y el silencio del coche amplificaba su angustia. La simple probabilidad de que todo saliera bien se había convertido en su único rayo de esperanza.
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the auction (l.s)
FanfictionCon una mezcla de sorpresa y repulsión, Louis se dio cuenta de que lo que había encontrado era una trampa para aquellos que, como él, buscaban lo inusual. El joven exhibido era una víctima del comercio ilegal, una realidad que había sido ocultada tr...