fourty seven

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Louis y Harry se habían reunido después de un largo tiempo, y la casualidad, o quizás el destino caprichoso, los había conducido frente a una atracción llamada "La Casita del Terror". La fachada del lugar estaba decorada con telarañas falsas y luces parpadeantes, ofreciendo una bienvenida aterradora.

—Tenemos que entrar. Ahora —dijo Harry con una determinación inusitada, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y nervios.

Louis frunció el ceño y se cruzó de brazos, visiblemente reacio.

—¿Realmente es muy necesario? —preguntó, su tono denotando un dejo de duda. Enarcó una ceja mientras observaba a Harry.

—¿Acaso tienes miedo? —Harry lo miró con una sonrisa desafiante, claramente dispuesto a empujarlo a entrar en la atracción.

—¿Yo? —Louis levantó una ceja, intentando parecer desafiante— jamás. Andando, ya me convenciste.

Aunque Louis trataba de mantener una fachada de valentía, ambos sabían que uno de ellos no estaba completamente a gusto con la idea de atravesar el umbral de la atracción. La verdad era que, en el fondo, Louis sentía un escalofrío recorrer su columna vertebral.

Apenas cruzaron la entrada, la oscuridad envolvió a la pareja. Un sonido macabro de risa de payaso resonaba a través de los altavoces ocultos en las paredes, creando una atmósfera inquietante. Harry, temblando, se acercó más al cuerpo de Louis, buscando consuelo en el contacto de su pareja. Las luces se apagaron repentinamente, y Harry soltó un grito ahogado. Sus manos buscaron instintivamente las de Louis, que lo sostuvo con firmeza.

—Tranquilo, yo te cuidaré —Louis dijo, su voz tratando de ser tranquilizadora, aunque un matiz de burla se filtraba en su tono. A pesar de su intento de mantener la calma, su propio pulso acelerado traicionaba su nerviosismo.

A medida que avanzaban por el pasillo, la atmósfera se volvía cada vez más ominosa. La tensión aumentaba con cada paso que daban, y el primer susto llegó en forma de un hombre enmascarado que asomó su rostro desde una pared rota.

—¡Hijo de puta! —exclamó Harry, saltando y lanzando un puñetazo instintivo que impactó directamente en la cara del hombre enmascarado.

El hombre enmascarado cayó de espaldas, claramente sorprendido y atónito. Harry, con los ojos muy abiertos y pálido de terror, miró a Louis con una expresión de pánico.

the auction (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora