Harry y Louis habían regresado a la ciudad, pero el verano aún les ofrecía una oportunidad para relajarse. En lugar de aventurarse a algún destino lejano, optaron por refugiarse en una de las casas de verano que la familia Tomlinson poseía. Era un lugar apartado y tranquilo, ideal para escapar de las demandas cotidianas y disfrutar de un respiro.
En ese momento, los dos estaban inmersos en una partida de ajedrez que había prolongado su duración más allá de lo esperado. La atmósfera en la habitación estaba cargada de una mezcla de frustración y competitividad. Harry, con su cabello rizado desordenado, se sentó en una esquina del tablero de juego, claramente abatido por la racha de derrotas.
—Maldita sea, ¿de nuevo? —murmuró el joven, su voz cargada de desánimo mientras se dejaba caer al lado de Louis, rindiéndose por completo. El tablero de ajedrez había sido testigo de su serie interminable de derrotas.
Louis, con una expresión de satisfacción, miró a su compañero con una sonrisa triunfante.
—Sí, lo sé, gracias por recordármelo —replicó con una mezcla de arrogancia y diversión, recibiendo un golpe amistoso en el brazo por parte del otro— pero, en fin, es hora de que te levantes. Abi está esperando para llevarte a la feria del centro.
—Lo recuerdo perfectamente. Agradezco la intención de Abi, realmente necesito hacer un esfuerzo por acercarme más a ella —dijo Harry, mientras se estiraba y trataba de soltar el estrés acumulado en su espalda. Luego se levantó, dispuesto a prepararse para salir— hora de irme.
—Nos vemos más tarde, ángel —Louis se acomodó en el sofá, preparándose para una siesta. Su tono era relajado, y sus ojos comenzaban a cerrarse— disfruta de la feria.
Harry se dirigió hacia la puerta corrediza, dispuesto a encontrarse con la hermana de Louis. Justo cuando estaba a punto de abrirla, un sobresalto lo hizo retroceder.
—¡Abi! ¡Por poco me das un infarto! —exclamó, su voz revelando una mezcla de sorpresa y alivio.
Abigail, con una sonrisa enigmática y un aire de determinación, se le acercó rápidamente y lo abrazó, quitándole cualquier opción de hacer otra cosa.
—Lo siento, Hazz —dijo con tono alegre y vivaz— es hora de salir. Todavía tenemos tiempo para encontrar los mejores precios y disfrutar de la feria.
Sin darle margen para cambiarse o siquiera ajustar su atuendo, Abi lo tomó de la mano y lo arrastró fuera de la casa. La inmediatez de la situación le parecía un poco desconcertante, pero también lo entretenía. La sensación de ser arrastrado fuera de su zona de confort, combinado con la ligera urgencia en la voz de Abigail, le ofreció una extraña mezcla de emoción y desasosiego.
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the auction (l.s)
FanficCon una mezcla de sorpresa y repulsión, Louis se dio cuenta de que lo que había encontrado era una trampa para aquellos que, como él, buscaban lo inusual. El joven exhibido era una víctima del comercio ilegal, una realidad que había sido ocultada tr...