thirty three

4.4K 412 15
                                    

 ‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

 ‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎

  ‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎

 ‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ ‏‏‎‎ 

Los doctores y enfermeras se movían con una precisión casi quirúrgica en la sala de operaciones, cada uno desempeñando su rol con una mezcla de competencia y urgencia. La herida de Harry había sido tratada con esmero; la cantidad de sangre perdida había sido significativa y el tiempo había sido un factor crítico. Louis, en el vestíbulo del hospital, se encontraba en un estado de angustia casi paralizante. Si la intervención médica hubiera tardado unos segundos más, la situación podría haber tomado un giro fatal.

Sentado en una de las sillas incómodas del pasillo, el abogado tecleaba frenéticamente en su teléfono, intentando desentrañar la identidad de la mujer que había atacado a Harry. La misteriosa figura había estado enviando mensajes amenazantes desde hace semanas, y Louis no podía evitar conectar los puntos entre estos mensajes y el ataque. El desconcierto y la rabia lo mantenían en constante movimiento, buscando pistas que podrían arrojar luz sobre los motivos detrás del ataque.

De repente, una doctora se acercó a él. Louis, distraído en sus pensamientos, levantó la vista justo a tiempo para captar la seriedad en el rostro de la mujer. Carraspeó y guardó su teléfono, intentando centrar su atención en la noticia que estaba a punto de recibir.

—Señor Tomlinson —comenzó la doctora, su voz cargada de una formalidad y compasión que sólo podía ser alcanzada por alguien acostumbrado a lidiar con situaciones críticas— lamento profundamente que debamos encontrarnos en estas circunstancias. He consultado con mis colegas sobre el estado del joven Styles, y debo informarle que, aunque hemos logrado estabilizarlo, su situación sigue siendo delicada. La pérdida de sangre ha sido considerable, y su recuperación podría ser larga y complicada.

Louis asintió lentamente, pero su mente parecía estar en otra parte. La doctora hablaba, pero el sonido de sus palabras se difuminaba en un murmullo distante, como si estuviera sumergido en un sueño perturbador. La realidad del dolor y la impotencia lo abrumaban, distorsionando su percepción del presente.

—Entiendo —dijo finalmente Louis, su voz era un susurro ahogado por la preocupación— si hay alguna actualización, por favor, notifíqueme de inmediato.

La doctora asintió con un gesto que mezclaba comprensión y profesionalismo antes de alejarse. Louis, con el corazón latiéndole aceleradamente, salió al aire libre en busca de un momento de respiro. El frío de la mañana le golpeó el rostro, y se dirigió hacia la acera, donde encendió un cigarrillo con manos temblorosas. La nicotina, a pesar de lo que podría ofrecerle, era una forma desesperada de encontrar algo de calma en medio de su tormenta interna.

the auction (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora