capítulo 3

88 6 0
                                    

El avión ya se encontraba en el aire, Luh estaba tratando de olvidarse de eso y para distraerse comenzó a pensar sobre que estaría con sus mejores amigos en París.

Al cabo de unos minutos, Luh se durmió. Gona se encontraba pensando sobre todo lo que significaba el viajar allí.

«Creo que las cosas deberían quedar así. No le diré nada, pero tampoco le quiero preocupar y que esté preguntando... Actuaré completamente normal, aunque eso signifique mi sufrimiento... »

Gona había tomado una decisión. No diría nada al respecto de los sentimientos que tiene hacia Luh. Un poco deplorable, pero hay veces en las que las personas deben sacrificar mucho por la felicidad o por una simple amistad.

Ya había pasado media hora, más o menos. Y Luh se encontraba profundamente dormido, parecía que estaba teniendo una pesadilla, se comenzaba a mover un poco brusco.
Gona lo notó, pero lo ignoró, quizás era momentáneo.
Pero no, Luh, moviéndose dormido tomó la mano de Gona y la presionó para que no se soltara.

Gona sentía un poco caliente su cara, por lo que estaba sonrojado.
El de lentes, estaba observando al dormido y de repente. Cuando comenzaba a apretar su mano, Luh comenzó al mismo tiempo a murmurar cosas, al parecer de su sueño.

—Eres... Todo para mí... -Luh seguía dormido.
—... -Gona sólo observaba atentamente, por si acaso decía algo de él.
—... Te amo tanto... En serio... -se movía.
—¿No dices nada más?, ¿a quién se lo dices, Luh? -murmuró para si Gona.
—Te amo Mah -susurró por último Luh.

Gona sentía una puñalada, tenía suficiente. Sin que las azafatas se dieran cuenta cambio de lugar con Exo, que estaba con Sara.

—Vamos, cambiame. -decía Gona escondiéndose.
—¿Por qué haría eso?, estoy bien aquí. -Exo miró a Sara dormida.
—Vamos... Cambia, por favor... Morsa... -Gona comenzaba a hacer una cara de cachorrito. Exo no tuvo más opción más que aceptar.
—Lo hago por ti, me debes una, mostro. -dijo lléndose.
—Gracias morsa. -se volvió a sentar Gona.

«¿Por qué debe ser heterosexual y tener una novia?...» pensaba triste Gona.

Sara despertó una hora antes de aterrizar. Miraba a sus lados y preguntó.

—¿Ya llegamos, Morsi? -dijo estirándose.
—No. Y no. -dijo Gona riendo.
—¿Mataste a Morsi?- Sara estaba haciéndose la dormida.
—Sí... Y soy su fantasma alterno. -Gona estaba riéndose y haciendo una voz extraña.
—Oh vamos, puedes hacerlo mejor. -Sara se había salido del papel.
—Ah rayos. -dijo Gona chasqueando sus dedos.
—Jjahjshajshajjs- Sara estaba riendo fuerte.

Gona y Sara comenzaron a hablar. Sara sin dudarlo sacó a la luz el tema de Gona ignorando a Luh. Ya que eso era prácticamente imposible.

—Y bien... ¿Me dirás? -Sara le dijo un poco seria.
—¿Sobre qué? -dijo Gona confuso.
—Pues... ¡De lo de hace rato!... Ignoraste a Luh. -dijo.
—No, sólo me adelanté. -Gona evitó la mirada de Sara.
—No me mientas. -dijo ella determinada- No me engañas.
—Lo sé... -dijo Gona Riendo- ... Eres la gran Sarinha.
—Sí, y la gran Sarinha te dará un caranchoa si no me contestas. -Sara levantó su mano a la cara de Gona.
—Bien, bien. -estaba tratando de contener la risa y repentinamente el ambiente se tornó un poco más serio y profundo- Es que... Primero, no quiero perder tu amistad pues... Soy bisexual...

CONTINUARÁ...

Perdón Por Enamorarme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora