capítulo 10

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Gona estaba en un estado muy difícil. Las heridas eran profundas y dolorosas, aunque ninguna de las balas habían tocado alguna arteria vital, por lo que no había mucho problema en que sobreviviera.

Luh estaba lamentándose, ya que después de todo... Por su culpa Gona había pensado que lo estaba cambiando... Lo dejó ir sin explicaciones.

Se sentía deplorable.

-Lo siento, Gona... Perdón... Perdóname. -Luh tomó de las manos a Gonzalo.
-Luh... No fue tu culpa, fui yo, fui tan... Jodidamente estúpido. Todo es por mí. -se levantó en la cama.
-No Gona. Acuestate. Necesitas descansar. -Luh colocó delicadamente a Gona nuevamente en su lugar de reposo.
-No Luh, ¿cómo puedo reparar todo esto? -Gona volvió a levantarse.
-Gona... Soy yo el responsable. Y mi responsabilidad ahora es protegerte a toda costa. -Lutfi tomó entre sus manos a la cara de Gona. Se miraron un largo tiempo.

Luh, esperó en la sala por el doctor o alguna enfermera. Para informarle sobre la situación de Gona.
Estuvieron charlando un largo rato sobre la desaparición de Gona.

-Me dijo que solamente esperaría una noche y que se me pasaría el dolor... Accedí y me asenté en su hogar. Era bastante grande. Tenia una reja protegiendo a la casa... Pero al día siguiente ofreció el quedarme un poco más de tiempo, no acepté y le comenté sobre que ya tenía que irme. Qué gilipollas fui al pensar que me dejaría ir tan fácil, me encerró en una habitación. Intenté salir por la ventana, pero me lastimé el pie al saltar desde el segundo piso, puso una nueva excusa para no dejarme ir. Había veces en las que entre los días me tocaba, evidentemente no quería pero él seguía y seguía. Cuando en uno de esos días, le dije que quería ir al parque que tanto quería, accedió sin problema y en su descuido... Te vi y ya sabes... Lo demás... -Gona no pudo contenerse, bajó su mirada y comenzó a derramar algunas lágrimas.

Luh al percatarse, lo abrazó.
Gona se sentía protegido... También de que podrían andar tranquilos, ya que, a André ya lo habían atrapado las autoridades...

-Sabes que el único herido físicamente eres tú... -dijo Luh acariciando el pelo de Gonzalo.
-¿Físicamente? -preguntó extrañado.
-Sí. Yo me dañé por el hecho de que habías desaparecido. Que en lo que te había visto... Te había dañado. -Cuando terminó de hablar Luh, Gona lo abrazó con más fuerza.

El sonido de la puerta los hizo separarse. Se trataba del doctor. El doctor, un poco incomodado por haber interrumpido, prosiguió para informar la situación de Gona.

-Bien. Señor Lutfi, la situación del señor Gonzalo era un poco... Inestable. Pero todo se pudo controlar después de todo. Ahora está bien. -dijo firme el doctor.
-Gracias. ¿Podemos irnos ya... A casa? -preguntó Luh.
-Desgraciadamente; no.-dijo el doctor-. Tiene que descansar y mañana veremos como se recupera completamente. Por las heridas apenas sanando sería un peligro si le pasara algo más fuera de aquí. -concluyó.
-Bien... Entiendo. -Luh se puso sin expresión.

CONTINUARÁ...

Perdón Por Enamorarme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora