Luh un par de asientos adelante estaba mucho más nervioso que todos, era el único que pensaba sobre accidentes a los demás o de todo el avión. Temía por todo, y apenas estaban despegando.
Sus ojos miraban a todos lados, buscando tranquilidad. Algunos notaban su intranquilidad y lo miraban, incluso la azafata que estaba dando instrucciones en caso de algún accidente se detuvo unos momento a verlo, están confundida.
Cuando despegó, la fuerza que le hizo apoyarse en su asiento le sobresaltó. Su compañero de asiento, que era un desconocido, le preguntó si estaba bien: este asintió pero sabía que necesitaba encontrar algo con qué entretenerse hasta llegar a su destino.Había encontrado alguna música para poder tranquilizar sus nervios, pero el avión comenzó a sufrir algunas turbulencias, alarmando a varios y otros neutrales. Exo, estaba normal dormido. Sara, no sintió nada pues como estaba como Exo. Gona sintió las turbulencias pero no le pareció anormal.
Luh por supuesto se había amarrado el cinturón y estaba pescado en el asiento, temiendo por la vida de todos.Luh junto con Exo se supone que serían pareja de vuelo, pero no. Ningún asiento cercano estaba disponible para ello, sólo Sara y Gona tuvieron la suerte de estar juntos.
Eso le puso más nervioso a Luh.Sara se despertó unos momentos, y decidió quedarse así un ratos pues miraba por la ventana del avión mientras la ciudad iba pasando debajo de ellos, Gona tenía su vista fija en el asiento de frente. Parecía nervioso.
Sara miró a este, puso su mano encima del nervioso, haciéndolo sobresaltar.—Tranquilo. –habló con total calma Sara.
Gona, sabiendo que tenía a su lado a Sara, apoyándolo, sonrió y dejó de estar tenso. Dejándose apoyar sobre el asiento, respirando profundamente dejando que sus temores desaparecieran por unos momentos.
Estaba tranquilo, pues cuando tienes un hombro que te ayude a cargar el peso que llevas, ayudando te sientes protegido.
Era como si nada le preocupara en esos momentos, sabía que podía relajarse. Lo sabía.Los dos de durmieron, escuchando un poco de música o mientras miraban una película.
El vuelo transcurría normal, agradable. Nada fuera de lo planeado.Pero el mayor no tenía a nadie que lo tranquilizara, un amigo.
( . . . )
El avión estaba aterrizando, todos estaban ya tranquilos despertando y tomando maletas. La azafata dando las señales adecuadas para salir en orden y cómo hacerlo.
Iban saliendo todos casi bostezando y estirándose. Por supuesto algunos no pudieron dormir por la voz del piloto en el altavoz, como fue el caso de Luh, pero a otros no les molestó en absoluto: Exo, Gona, Sara.
Se reencontraron de nuevo en la salida del aeropuerto, para cada uno irse.Se iban despidiendo uno a uno.
—Espero verte pronto. –Exo abrazó a Sara.
—Yo también, tonto. –Sara acarició con fuerza el pelo de Exo.Ahora seguían Luh y Sara.
—Cuídalo bien, lo necesito. –dijo Luh en voz baja en la oreja de Sara.
—No te preocupes, yo le daré su beso de buenas noches.
—Ey, nada de besos.
—Bien. –Sara rió por el comentario celoso.Gona y Sara.
—Sólo iré a mi hogar por un poco de dinero y pedir permiso en mi trabajo para más vacaciones. Hasta lo planeado. –dijo Sara.
—Está bien, te recibiré cuando quieras en mi hogar. Sólo avísame cuando vayas a venir. –rió Gona, Luh quedó extrañado ante el comentario algo había raro en esas palabras... O quizás era imaginación.Exo y Gona.
—Ahora te tienes que cuidar, sino ¿a quién odiaré en mis vídeos? –abrazó Exo al pelinegro y todos rieron.Después Gona y Luh...
—Te voy a extrañar muchísimo... Te quiero, mucho, mucho... –abrazó con muchísima fuerza Luh a Gona.
—Yo también, pero... Me estás asfixiando con tu abrazo de oso. –dijo Gona, que inmediatamente Luh lo soltó.
—Lo siento, tengo que tener una provisión en el tiempo en que no te veré. –Luh volvió a abrazar al menor pero con menos fuerza.
—Sólo van a ser unos meses.
—¿Meses?
—Sí, ¿no tenías asuntos qué arreglar?
—Por supuesto, pero tenía pensado arreglarlos rápidamente e ir contigo.
—Tómate el tiempo que quieras, Lurl. –Gona acarició con cuidado el rostro del mayor.El mayor sólo asintió y sacó su móvil, para llamar a su familia y que lo recogieran.
Todos hicieron lo mismo, y esperaron un rato mientras uno a uno se iban yendo.Primero vinieron por Gona, luego por Sara, luego Exo y finalmente Luh.
Todos iban de camino a sus hogares, estaban satisfechos por aquella despedida. Aunque sabían que no iba a ser la última vez que se verían... Estaban contentos.
Gona inventaba aventuras en la ciudad para contárselas a sus padres, otras las contaba tal cuál como estaban y como las había vivido. Sus padres reían, se sorprendían por sus anécdotas.
Luh recordó a Mah, se sintió mal pues no sabía como tratar con su familia y sus amigos. Pues creía que todos lo tratarían con la típica frase de pena: "pobrecillo". Él estaba seguro de que fingir depresión unos momentos sería bueno para no levantar sospechas, luego nuevamente fingir que la supera y quiere seguir con su vida... Aunque eso no deberá ser fingido. Lo hará a la perfección.Los otros dos no necesitaban contar nada a nadie, excepto a unos cuantos amigos de por qué estaban unos días ausentes. Nada más.
Llegaron a sus hogares tras unos minutos (algunos un par de horas o una hora) de viaje en el auto y lo primero que hicieron fue dejar caer la maleta en cualquier lugar, no les importaba dónde cayera, rendirse sobre el sillón o la cama de su cuarto y decir: "Fue largo." pero inmediatamente sonrieron por todo eso que habían pasado.
Aunque Gona casi inmediatamente después de descansar unos minutos se levantó y sacó sus pertenencias de la maleta, mirando que no había entregado su regalo a Luh. Recordando que tampoco Luh le había mostrado la foto en la que salían los dos, que decía ser su favorita.Para la próxima será.
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Perdón Por Enamorarme.
FanfictionSi algo fuera fácil, no valdría la pena. (Contenido de Gonuh y Yaoi. Se recomienda discreción.)