Perdón Por Enamorarme.

capítulo 46

Al día siguiente Gona casi de inmediato quitó de su lado a Clara al notar su presencia. Estaban casi abrazados. Con delicadeza se fue del cuarto dejándo a Clara dormir.

Ese día había transcurrido normalmente, y Clara no había mencionado nada al otro pues pensaba que lo recordaba todo.
Gona tomó algo para la resaca, pero no ayudaba mucho pues se había sobrepasado la noche anterior y esa eran sus consecuencias de pasarse de copas. Se despidieron Clara y Gona tomando caminos diferentes.

( . . . )

Gona llegó a su casa, como de costumbre y se puso a grabar unos vídeos en lo que llegaba Clara para dormir.

Ya grabado y editado lo puso a subir. Se fue al comedor a cenar algo, su madre había hecho espagueti con albóndigas, que estaban deliciosas.
La carne bailaba en su paladar, exprimiendo su jugo suculento y absorbiendo los espaguetis con velocidad. Parecía hambriento.

Su padre caminó a la sala para ver un poco de televisión, pero pareció darse cuenta de algo, se levantó y se dirigió a Gona.

—Gonzalo, ten. –dijo y le extendió un par de papeles.
—¿Para mí?, ¿qué es? –los tomó y comenzó a leer.

Había tres entradas para una obra, y una pequeña hoja del mismo tamaño que decía:

"Te veo, junto con tus padres, en la obra❤"

Parecía ser una cita, vio la hora de la obra y consecutivamente la de la sala. Faltaban unos 40 minutos para que iniciara. Avisó a sus padres, pero no pudieron asistir pues irían a una comida familiar y querían "dejar a solas" a Gona y Clara.
Se preparó, no sabía si ir formal o normal… eligió por formal. Se puso su mejor loción, intentó arreglar un poco su pelo y se puso sus lentes, estaba de traje negro: haciendo resaltar su playera blanca.

Salió de su casa y el cielo estaba ya casi en su totalidad obscuro, había un viento agradable y placentero. La noche estaba muy fresca y linda para salir, las estrellas brillaban más de lo normal y la luna estaba a la mitad: pareciendo una sonrisa amplia.

Llegó a la obra faltando aproximadamente unos 10 minutos. Esperó mientras el teatro se iba llenando y el espectáculo se preparaba para empezar. Casi toda su fila de asientos estaba vacía, a excepción de una chica de pelo corto y negro, con lentes.
La chica amistosa le saludó y hasta se presentó.

—Hola, soy Sopphie. ¿Nos conocemos? –dijo ella.
—Gonzalo, eh... No, no lo creo –trató de recordar Gona.
—No era pregunta, era una proposición.

Gona se avergonzó: no pudo decir nada pues las luces comenzaron a apagarse y todos callaron.
Prestó atención, poniéndose cómodo en el asiento.

La obra se titula: "Yerma" es un drama y tragedia. Gona poniendo atención al inicio, se dio cuenta de que la protagonista se trataba de Clara...
Gona no pudo expresar nada por respeto a los demás, por lo que siguió prestando atención. Y estaba actuando de una manera sensacional, muy buena. Haciéndolo conectar con el personaje, teniendo empatía y casi llorando en algunas escenas.
La obra terminó y cuando los actores se presentaron y dieron una reverencia: Clara notó a Gona entre el público aplaudiendo tan animado. La hizo sonreír.

Cayó el telón y las personas comenzaron a salir. Gona estaba complacido y prácticamente encantado, pues Clara estaba cumpliendo su sueño de ser actriz.
Gona la esperó en la salida, con las manos en los bolsillos, cuando salió él la recibió de un abrazo.

—Felicidades. –dijo Gona, muy alegre.
—Gracias, fue todo por ti.
—¿Qué?, yo no hice nada. Todo fue por tu esfuerzo.
—Si no me hubieras dado incentivos para hacerlo, te aseguro que nunca lo hubiera hecho. Jamás. Tú me hiciste ver que podía hacerlo… esta era la sorpresa.
—Mmhm… –Gona miraba al teatro, dudando.
—¿Qué?, ¿hice algo mal? – preguntó preocupada, cuando el otro regresó la mirada satisfecho.
—Me encanta. –Clara volvió a emocionarse y volvió a abrazar a Gona. Dándole las gracias en todo momento.

Cuando estaban a punto de irse, un hombre los alcanzó. Tocándole el hombro a Clara, trataba de respirar: había corrido tratando de alcanzarla.

—Buenas noches, ¿Clara, cierto? –respiró tratando de tranquilizarse, era un hombre un poco más alto que Gona con el peinado de lado y castaño claro. Vestido de traje, también.
—Sí, soy yo. ¿Necesita algo? –preguntó amable.
—Sólo es que, te vimos actuar, y actúas bastante bien. Me dicen que es tu primera ves.
—Así es, señor.
—Bueno, estamos buscando una chica como tú para hacer la nueva película que se está grabando prácticamente a un lado de ésta ciudad. Serás parte de los protagonistas. ¿Qué dices?

Clara emocionó y miró a Gona, Gona sólo asintió y comenzaron a caminar hablando sobre las posibilidades. Sofía  había llegado junto con ellos, cansada también.

—Señor, creo que tenemos que irnos, Josh está teniendo problemas con… ¡Ah, hola! –Sofia notó a Gona y lo saludó.
—¿Se conocen? –preguntaron Clara y el otro hombre al unísono.
—Nos acabamos de conocer en el teatro. –contestó Gona.
—¿Ya pensaste sobre mi proposición? –dijo confiada Sofia acercándose a Gona y guiñándole el ojo.
—B-Bueno… –Gona se puso nervioso por la cercanía que estaban teniendo y la distancia que se estaba acortando.
—Sofia, tenemos que irnos rápido. Las cosas con Josh a veces son complicadas… –el hombre sacó una tarjeta y se la entregó a Clara.
—¡Piensalo!

Se retiraron los dos, dejando a Gona y a Clara. Caminaron al auto y se fueron al hogar.

—¿De qué proposición de estaba hablando? –preguntó Clara apartando la vista, tratando de no parecer interesada.
—Ah, no es nada. –aseguró Gona.

Clara estaba interesada, pero no podía sonar celosa sólo por una chica que Gona acababa de conocer. Además, no era nada de Gona para hacer nada como eso.
Se dio cuenta de que las personas se fijaban en él, y si no aprovechaba… probablemente Luh regresaría y lo recuperaría.

—Debo evitar eso. Me he enamorado de verdad, no debo dejarlo ir. Perdon M…–dijo casi inaudible, se le escapó.
—¿Dijiste algo? –Gona no se había percatado casi en absoluto que la otra se encontraba hablando a sus adentros, para ella sola.
—Nada, nada. –ella rió.

Llegaron y los padres de Gona habían preparado un ambiente para celebrar. Cuando abrieron la puerta, gritaron: "¡Felicidades Clara!"

—¿Ahora de qué se trata esto? –preguntó Gona.
—Pues, les dije sobre mi nuevo trabajo y que no te avisaran de nada. Lo demás lo organizaron ellos.
—Bien… ésta vez me controlaré.

Entraron y festejaron también porque Clara participaría en la nueva película que se grabaría cerca de la ciudad.

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