—Realmente no sé qué pensar sobre lo que hizo Luh... -decía Sara ayudando a Gona recogiendo las latas, vidrios y otra basura que encontraban en el suelo, metiéndolas a una bolsa negra.
—No hay nada qué pensar, estaba ebrio, no le funcionaba bien el coco. -dijo Gona sin darle mucha importancia mientras continuaba recogiendo.
—Pero... Me preocupa el oso.
—Deja de darle vueltas al asunto, Sari. -Gona llenó una bolsa entera de basura con ayuda de Sara.
—¿Qué acaso no te preocupa Luh? -dijo sentándose en la cama.
—Sí. Pero como ya he dicho, estaba ebrio. -Gona dejó de lado la bolsa y se fue a sentar al lado de Sara.
—¿Te sigue doliendo los golpes de Luh?, los de la mejilla y el cuello. -preguntó Sara acercándose un poco a Gona.
—El del cuello no lo siento mucho, pero el del rostro... -Gona miró a un lado, acariciando su barba.
—Lo siento. No intervine lo suficientemente rápido.
—No te preocupes, no fue tu culpa. -Gona quería ya dejar el tema de lado, en esos momento quería olvidar todo.
—Fue de Luh...
—No, no hay que echarsela a nadie.
—Los borrachos y los niños... -dijo Sara ignorando.
—... Siempre dicen la verdad. -completó Gona, reflexionando aquello.Sara se retiró a su habitación, sin antes revisar el estado de Exo, por si alguna razón se hubiera ido. Gona, mientras se quedaba aún despierto dándole vueltas al asunto.
Luh había sufrido, es verdad. Pero Gona tuvo que soportar el acoso y golpes constantes de André, que tampoco fue lo mejor. Incluso tenía uno que otro moretón aún fresco, el pelinegro inspeccionaba su cuerpo tocando los lugares donde le dolía. Haciendo a este darse cuenta de todos los moretones que tenía, no pensaba que hubiera tenido tantos.
El tiempo que estuvo con André, fue demasiado lento. Esperaba desde su casa, que todo acabara pronto: muy pocas veces, André le daba el permiso de salir durante unos minutos a sentir la brisa del ambiente. Pero en los últimos días que estuvo con su agresor, se portó tan bien que fue esa razón que impulsó a André a confiarse y dejar salir a Gona. Aunque Gona ya se había resignado, pues sabía que las posibilidades de salir de esa situación eran mínimas, él ya no lo intentaba. Incluso pensó la posibilidad de que Luh ha se había ido junto con Sara y Exo, olvidándolo. Él quería regresar al parque donde muchas cosas habían ocurrido mientras estaban ahí, con sus amigos. Al ver la oportunidad y descuido de André, aprovechó para intentar huir, pero su fuerza era más que las ganas de libertad de Gona. Por suerte, Luh había aparecido en el momento más indicado que pudieron tener.Gona se sintió afortunado de que Luh siguiera buscándolo. Haciendo a este, mientras estaba solo en su habitación, sonriera amplia y sinceramente. Lleno de completa felicidad.
El pelinegro, se sentía similar a haber encontrado una luz al final del túnel oscuro y tenebroso. Similar a un pobre desdichado al encontrarse con la luna, calmando sus miedos y pesadillas. Nadie podría describir el cómo se sentía Gona.Cada vez más, se ponía a pensar cuando ya no pueda estar al lado de Luh, ya no pueda estar ahí para él... Cuando simplemente llegue su momento.
Comenzó a pensar alternativas, pero todas eran de separarse antes de tiempo de Luh... Y realmente quería estar con Luh hasta el final de sus días. Le desagradaba la idea de estar solo en sus últimos momentos.Su mente se inundaba de momentos con Luh, cuando grababan, los vlogs, sus sonrisas, sus miradas... La diversión entre ellos. Se alegraba por haber confesado los sentimientos que tenía hacia el mayor, pues sino seguiría sufriendo en silencio: sólo quedándose con el sentimiento de vacío mientras seguían diciéndose esa palabra que tanto le dolía "amigos". Pero al mismo tiempo se maldecía por haberse enamorado, aunque fue en vano, pues sería imposible no enamorarse con todo lo que hacían juntos. Al terminar de pensar todo esto, Gona derramó unas lágrimas. Quedándose dormido al cabo de un rato, después de recordar y pensar en sus momentos junto a Luh.
Sus manos, inconscientemente se dirigieron a su cuello. Recapitulando el momento donde Luh estaba tan furioso que casi lo ahorcaba por su desaparición. Su mirada, la recordó, y le dieron escalofríos. Pues nunca antes había visto el enojo y tristeza fusionados de una manera tan perfecta creando un sentimiento destructivo a tal manera de amenazar a alguien cercano a ti, pocas veces se había visto algo similar a eso, siempre termina con un resultado exageradamente mal. Y nunca había visto de esa manera a Luh, tan amenazante... Al momento de imaginarse al mayor, lo ve como una persona ingenua e incluso muchas ocasiones inocente. Eso le gustaba mucho del oso. Pero, esos momentos fue tal su pánico, que olvidó completamente la personalidad del castaño. Su cuello aún tenía ese recuerdo fresco.
Y las suaves palabras que hicieron a Luh arrepentirse."Te quiero... Pero creo que es aún peor... Que tú seas el que me haga esto."
Su miedo se había ido completamente en ese momento, para darle oportunidad a Luh de que pudiera recuperar su cordura. El alcohol le había afectado de una manera negativa, tan mala que realmente odiaría que Luh volviese a tomar una sola gota de alcohol.
Y ya no lo permitiría.
Hablaría con Luh sobre eso el día siguiente... Tal vez sería lo mejor. No. Tal vez y muy probablemente sería mejor el evitar tal tema, pues no quería hablarlo con Luh, le haría sentir muy mal. Quería lo opuesto, quería estar con él siempre que pudiese, convivir y estar a lado de él todo lo posible.
Comenzó a toser, tal vez fue la amenaza de Luh... Pero no estaba del todo del todo seguro. Aunque le dolió bastante, no lo sostuvo mucho tiempo.
Pero tal vez fue el momento el que hizo que le doliera más.Su mano sostuvo su rostro. Le dolía. El golpe de Luh le había dolido, había sido bastante fuerte.
Ese golpe, era el único que lo tenía en el rostro, pues André tuvo bastante cuidado a la hora de golpear y castigar a Gona, sabía con exactitud que provocaría moretones. Hizo esto para no liberar demasiadas sospechas a la hora de salir con el menor.
Gona temió la posibilidad de poder tener la mejilla morada, le dolía bastante al tocarlo. Pero al verse con su móvil, no veía ningún rastro. Tal vez fue su imaginación, tal vez estaba exagerando.
Se quitó su ropa y se acostó con cuidado, le dolía casi todo el cuerpo. No se quitaría las vendas del pie ni del estomago, pues le daba miedo hacerlo.Se quedó casi inmediatamente dormido, estaba bastante cansado. Necesitaba ese descanso.
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Perdón Por Enamorarme.
FanfictionSi algo fuera fácil, no valdría la pena. (Contenido de Gonuh y Yaoi. Se recomienda discreción.)