—Gracias... –pronunció apenada, encorvada y mirando a la ventana.
—No lo entiendo, ¿desde cuándo lleva así? –dijo mientras conducía lejos hasta su hogar.
—Desde hace años... –pronunció melancólica.
—¿Y por qué no lo has dejado?
—Tenía miedo a quedarme sola, además, él paga todos mis gastos. Se lo debo.
—¡¿"Se lo debo"?!, no digas tonterías. Nadie debe nunca nada, y menos si ese es el precio.
—Perdón. Sólo que... Cuando recién nos casamos, no era así...
—Pues debiste dejarlo cuando comenzó. –dijo decidido.
—Lo sé... Pero lo quería demasiado.
—¿Tienes algún golpe o moretón? –preguntó preocupado.
—Yo, ehh... Sí.Clara se descubrió su flequillo y encima, hasta arriba de su frente había una mancha morada. Gona se acercó y con eso, pudo notar que en su párpado también había uno: cubierto de maquillaje. Gona notó que sus ojos eran verdes, verde claro: preciosos. El claro punto débil de Gona: pelirroja con ojos verdes.
—También hay uno aquí. –dijo Gona mientras tocaba y quitaba un poco de maquillaje.
Se mantuvieron serios todo el camino, no mencionarían nada hasta después. Llegaron a la casa de Gona, bajaron. El dueño del hogar la condujo hasta la entrada, él abrió la puerta para que pudiera entrar: pero ella bajó su cabeza y apretó su abrigo, tenía miedo. Tenía miedo a lo que fuera pasar.
—¿Pasa algo? –preguntó, se acercó un poco a ella y la miró.
—No, no. Sólo que... ¿Qué pasará cuando regrese con él?, me matará cuando se entere que he venido aquí.
—No tiene por qué enterarse. Sólo pasa, puedes quedarte hasta que desees. –Gona le dio un pequeño empujón para pasar, y cerró la puerta tras de ellos.Pasó y se quedó tiesa, no quería pasar más allá de la entrada. Gona acomodó un poco su sala pues estaba desordenado: había restos de cigarro y algunas botellas de energéticos. Además de comida rápida.
—E-Espera, hay un poco... De desorden por aquí. –señaló Gona mientras corría a acomodar todo.
—Puedo ayudarte. –caminó y tomó una de las botellas.
—No, lo menos que quiero ahora es que te sientas como criada. Sientate. –Gona se encargó de ordenar todo rápidamente y esconder las cajetillas y los cigarros restantes.Clara se sentía mal por hacer pasar tantos problemas a Gonzalo, pero al mismo tiempo se sintió liberada... Era una de las primeras veces que habían hecho algo así por ella.
—Lo siento. –se disculpó.
—¿Por qué? –Gona se sentó a un metro de ella, cuando terminó de arreglar.
—Por las cosas que tuviste que hacer. No era necesario.
—No soporto ver cosas como esas, claro que era necesario. Además, no te hace mal alejarte de eso, al contrario.
—Gracias... –Clara derramó un par de lágrimas y apretó su regazo con fuerza, Gona con su pulgar limpió una de las lágrimas.
—Arruinarás tu maquillaje. –le entregó un pequeño pañuelo.El teléfono de Gona volvió a sonar, ahora Luh estaba llamando: por lo que contestó con Clara a un lado.
—¿Bueno? –Gona no había visto el nombre del contacto.
—¿Gona?, hola.
—Ah, Luh. ¿Qué tal? –Clara evitaba un poco escuchar, pero le era un poco imposible por lo que sólo apartó la vista.
—Sólo quería confirmar que todo estaba bien.
—¿Por qué?, ¿sucedió algo?
—Es que, bueno, no contestaste mis mensajes... Me pareció extraño. –Gona recordó que no había contestado, fue cierto.
—Ah no, fue por... Una cosa, pero todo está bien.
—Ahh, qué bueno. Me preocupas, ¿lo sabes? Te quiero mucho. No sé qué haría sin ti, de verdad.
—Ya, también te quiero. Estás exagerando.
—No, en serio. Bueno... ¿Estás ocupado?
—Sí, un poco... Tengo un asunto que ayudar. –Gona sonrió a Clara.
—Ah, entiendo. Después llamo, te quiero.Gona desconectó la llamada y miró a Clara. Ella estaba seria, casi sin expresión. El estómago de Gona rugió, este lo tocó.
—Tengo hambre, ¿quieres algo?
—¿No acabas de desayunar? –preguntó divertida Clara.
—Pues sí, pero ya es tarde y necesito proteínas. ¿Vamos por algo? –Gona se levantó del sillón.
—Sí. Gracias.
—No tienes por qué agradecer todo.
—Perdón.
—Tampoco pedir perdón.
—E-Eh, sí... Perdón. Ah, no, lo siento... Ah, yo...
—No importa. –Gona sonrió y caminaron fuera.Se fueron, Gona dejó su teléfono y tomó las llaves de su auto. Ya dentro, no supieron a dónde ir, por lo que iban proponiendo ideas de dónde ir.
Propusieron KFC, Subway, Burger King, entre otros... Finalmente fueron a un Subway, y pidieron tres bocatas (sándwich). Dos para Gona y uno para Clara, pidieron ingredientes similares.—¿Quieres alguna soda? –Gona miraba el menú.
—¿No es gasto para ti?, puedo pagar.
—No lo creo, no has traído tu cartera.
—Pero... Te pagaré. Lo juro. –dijo Clara, apenada.
—No tienes por qué pagarme, vamos pide. El dinero no me falta.Clara se puso feliz y pidió una manzanita, Gona una Coca Cola Zero, era lo que acostumbraba tomar pues le gustaba mucho la coca pero era bastante mala para la salud.
Comieron en el establecimiento, mientras bromeaban y sacaban temas de conversación.
—¿Y trabajas? –preguntó el caballero.
—Pues no, Mark paga todo.
—¿Has pensado en trabajar en algo?
—Pues... Tengo el sueño de ser Actriz.
—Eso es muy genial, creo que tienes una oportunidad por lo guapa que eres.
—¿En serio? –Clara se hizo un poco hacia adelante para escuchar mejor.
—Claro. Vamos, muestra un poco de tu talento. Tal vez puedas comenzar por algo pequeño como el teatro.
—Sí. ¿Qué quisieras que interpretara?
—Uhm... Tal vez... ¿Conoces a los Youtubers o YouTube?
—Sí, la primera vez que te vi reconocí que eras uno de esos, te había visto una vez. Además de que una amiga mía es muy fan tuya, la acompañé a una firma de libros tuya.... Te llamas Gona89, ¿cierto?
—Sí, pero... Podrías actuar como si estuvieras haciendo un gameplay, sería muy divertido.Clara con diversión, respiró y comenzó a actuar como su de verdad tuviera una computadora y estuviera comentando. A Gona le parecía muy divertido, pues era realmente asombroso que hasta parecía que tenía una PC invisible.
—Sí, vamos vamos vamos... ¡Lo tenemos, VAMOS! Ahora. Si el vídeo les gustó pueden dejar un gran like y una suscripción, eso siempre ayuda... ¡Nos vemos hasta la próxima!
—¡Eres increíble! –Gona reía y reía.Mencionaban varios Youtubers que les agradaban, otros que no tanto, unos que no son tan conocidos pero que están en todo... Los malos y actuados. Entre muchos más.
Se la estaban pasando bien.
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Perdón Por Enamorarme.
FanfictionSi algo fuera fácil, no valdría la pena. (Contenido de Gonuh y Yaoi. Se recomienda discreción.)