Capítulo Ocho
Cassino, Italia.
01 de abril, 2003
El autobús se detuvo mientras sus soldados comenzaban a seguir sus instrucciones, cada uno tomando sus armas con total naturalidad. Sabía perfectamente que no estaba en un campo de juego y que probablemente las pistolas serían necesarias, incluso si estaba tratando con supuestos aliados de la familia, nunca había que fiarse.
Bajaron todos, él quedando atrás junto a Rubí, la observó de reojo recordando lo que había dicho Roger un par de días atrás. "—No es normal" había comenzado. "—Mantén un ojo sobre ella, porque en un futuro, tal vez, sea nuestra Señora". Al principio había encontrado el comentario algo estúpido, la muchacha tenía habilidades en eso estaba de acuerdo, pero era demasiado estúpida como para ser alguien a la altura de Fiore Felivene, pero con el pasar de los días la había observado y aunque se había negado a creerlo, aquella muchachita tenía mucha más presencia que cualquiera de los líderes que conocía.
Entonces se planteó una idea, quizás descabellada, quizás algo elocuente, pero si la hacía funcionar, si le enseñaba como era debido y la ponía de su parte, quizás, y solo quizás, su posición sería diferente en un futuro, quizás podría ser libre y no es que quisiera escapar del Don, pero tal vez, solo tal vez, y sabía que estaba siendo estúpido, pero si existiera aunque fuera una posibilidad, él podría irse y estar en paz por fin después de tantos años de sufrimiento.
Rubí por fin le devolvió el escrutinio, había estado observando a los soldados hasta que todos tomaron su lugar en los puntos clave, parecía incluso más seria de lo normal, entre todas las cosas también estaba comenzando a pensar que aquella muchacha sufría de una bipolaridad constante, ya que había pasado de tener una mirada de niña inocente, risueña y altanera a una mujer seria, preocupada y que parecía conocer bastante bien donde estaba metida.
—Enséñame un insulto en francés —demandó con el mismo rostro de seriedad.
Quizás estaba poniendo demasiadas esperanzas en una niñita, sí, definitivamente estaba delirando cuando pensó que ella podría llegar a ser alguien importante dentro de la familia, era probable que aquella mujer muriera incluso antes de que pudiera aprender todo.
—Enculé —pronunció resignado con aquella mujer tan contradictoria.
—¿Qué significa?
—Cabrón.
Rubí asintió mientras que él extendió una sonrisa leve moviendo su cabeza hacia el interior de la bodega a la que habían llegado. Había más autos de los que se podrían contar y escondidos seguramente había el doble que sus soldados, pero contaba con que incluso si algo malo ocurría siempre había una salvación.
*
Le habían ordenado observar, entonces sería lo que haría, así que luego de conocer una nueva palabra en francés se limitó a cerrar la boca y hacer su trabajo. Estaba molesta, claro que lo estaba, la habían rebajado de la protección del sottocapo a una asociada que solo podía utilizar sus ojos, un puto fastidio si se lo preguntaban teniendo en cuenta que sabía que podía hacer muchas más cosas, pero entonces si solo tenía que observar e informar después, sería lo que haría, aunque le estaba costando bastante no comenzar a advertir todos los detalles.
Los hombres de Rubén se habían repartido por puntos estratégicos alrededor de la bodega, estaban listos para el ataque y solo dos iban delante de ellos con una caja blindada lo bastante grande para que tuvieran que repartirse el trabajo. El punto era que no estaban solos, los autos repartidos por el lugar estaban habitados por un conductor y alguien importante en la parte de atrás más algunos guardias fuera de las puertas, pero no solo eso, Rubén había esparcido a sus hombres, pero no era el único, y de lo que llevaba observando había duplicado la cantidad de soldados que probablemente no estaban de su lado.
ESTÁS LEYENDO
Rubí // Killer I: La Joya.
ActionEn un mundo en el que no se puede confiar en nadie, ella llega sin armas ni memoria para defender al sottocapo de una familia mafiosa en Italia. En un mundo en el que en realidad nadie la dejará participar, tendrá que demostrar con sangre y sudor, q...