Capítulo Treinta y cuatro

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Capítulo Treinta y cuatro

Tarquinia, Italia

21 de diciembre, 2003

—¡Tuve una extraña pelea con Flavio Felivene! —gritó al entrar a la casona de Rubén notando extrañamente que todo estaba demasiado tranquilo.

Caminó por el pasillo hasta llegar al salón principal, ahí encontró que las luces estaban más bajas, un gran árbol de navidad estaba al lado de las ventanas y al fondo en la chimenea se encontraba Rubén colocando dos botas de género rojas con el nombre de cada uno.

Corrió hasta subirse a la espalda de Rubén riendo y saludándolo con un beso en la mejilla siendo atrapada de inmediato por aquel hombre que ya estaba bastante acostumbrado con sus acciones impulsivas.

—Hola también a ti —susurró Rubén caminando con Rubí hasta el sillón para sentarse con ella.

—Flavio Felivene me atacó hace 10 horas atrás.

Rubén se levantó para verla de frente, fue cuando Rubí aprovechó para levantar su rostro y mostrar las marcas que había dejado el desgraciado en su cuello.

—Pero que... —exclamó Rubén tomándola con delicadeza. —¿En qué rayos estaba pensando, por qué te hizo esto? Flavio es el más reservado de los hermanos, no debería...

—Bueno, se salió de su "reserva" —hizo comillas invitando a Rubén a sentarse a su lado. —Ni siquiera comprendí porqué me golpeó, pero creo que tiene que ver con el hecho de que cree que sé algo que lo puede perjudicar.

—¿Y no sabes nada?

—Solo sé que tiene una amante, pero ni siquiera sé quién es esa amante.

—¿Qué más te dijo?

—Me amenazó de muerte —se encogió de hombros y sonrió. —Pero no es como si fuera a joderme de miedo, si me da un golpe se lo devolveré.

—Entonces no salió ileso —rió Rubén acercándose a Rubí más de lo debido, dejando un beso en su frente.

—¿Qué es eso? —indicó Rubí intentando distraer a Rubén por un segundo para ordenar sus ideas.

—¿Las botas? —preguntó mirando donde indicaba Rubí, ella asintió y él sonrió aún más. —Son para que La Befana te traiga dulces y chocolates o tal vez carbón, dependiendo de cómo te hayas comportado durante el año.

[01 La befana: La leyenda sostiene que la Befana visita a los niños la noche anterior a la epifanía (6 de enero) para rellenar los calcetines colgados por los niños esa noche, si han sido buenos con caramelos y chocolatinas, en cambio si han sido malos los rellena de carbón (formado en realidad por dulces de color y forma parecida al carbón). A menudo la Befana es descrita como una anciana, que vuela sobre una escoba. A diferencia de una bruja suele estar sonriente y tiene una bolsa o un saco lleno de dulces, regalos, pero también de carbón.]

—Oh —exclamó fingiendo sorpresa. —Realmente espero chocolate, porque si veo carbón me encargaré de esa tal Befana —comentó riendo.

—Rubí —llamó Rubén con delicadeza tomando su mentón para que lo viera. —Me gustaría que esta noche fuera de los dos, sé que te quedarás aquí lo que resta del año, por lo que... me gustaría que... no sé... ¿Tal vez definiéramos nuestra relación? —pidió con una dulzura que realmente derretía a Rubí, por la misma razón sabía que no podía seguir jugando con Rubén, por lo menos no de esa forma.

—Tengo una relación secreta con Biago Felivene, de hecho, soy su actual amante, una mierda a decir verdad, pero... realmente me encanta ese hombre —declaró directa y sin una preparación.

Rubí // Killer I: La Joya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora