3 meses después...
Luego de un día muy movido me acuesto muy cansada a dormir, mañana será mi boda y tenía que recobrar fuerzas para estar preparada para lo que quería que fuera un día inolvidable.
Salgo a la sala de estar y verifico que mi padre ya esté dormido, apago las luces de la casa y me recuesto sobre mi suave cama. Todos estos días habían transcurrido tranquilos, no había vuelto a tener extrañas vivencias ni estaba recibiendo ninguna nota amenazante, aunque tenía un mal presentimiento que me decía que tanta paz y tranquilidad no era bueno.
Cierro los ojos y me quedo dormida muy rápido. Luego de un tiempo de ya transcurrida la noche, empiezo a escuchar un ruido como de personas caminando de un lugar a otro, abro mis ojos y me doy cuenta que estoy en la comisaría.
¿Estaba en Tanburg después de tanto tiempo?
Empiezo a caminar y efectivamente estoy en Tanburg, en la comisaría. Precisamente en el lugar donde me había escondido cuando vi a los periodistas. Abraham me vio y se acercó a mí.
—¡Abogada! ¿Dónde estaba? —dijo Abraham mientras caminaba hacia mí— no me esperó ayer para llevarla a la cabaña.
—¿Ayer? —dije confundida.
Al parecer el tiempo aquí no era el mismo que en Múnich.
—Sí, pero ya dejemos de hablar de eso. Lo que importa es que Tanner necesita hablar con usted urgentemente, le acaban de entregar su certificado de muerte, lamentablemente no pude hacer nada por él —dijo Abraham angustiado.
Lo seguí hasta la sala de visitas donde se encontraba Tanner. Empecé a buscarlo entre tantos presos que habían allí esperando ser visitados. Lo localicé en la última mesa que se encontraba en la esquina junto a la pared.
—¿Cómo estás? —dije con un poco de lástima por la situación que estaba pasando.
—¿Cómo voy a estar? Pues mal, qué te puedo decir —dijo Tanner enojado.
Vi que encima de la mesa había un sobre blanco.
—¿Qué es este sobre? —pregunté mientras lo tomaba.
—¿A que no adivinas? —dijo Tanner sarcástico— es la fecha de mi muerte y la manera como voy a ser expulsado de este mundo.
Entendía a Tanner, quién iba a querer que decidieran cuándo y cómo iba a morir siendo inocente.
Abrí el sobre y tomé la hoja que había dentro, lo que decía me dejo paralizada.
"Se condena a Tanner Müller a la pena de muerte por el asesinato múltiple a su familia. La fecha asignada es el 25 de Diciembre de 1997 y la forma de muerte será mediante la decapitación"
—¿Qué bonito que escojan tu fecha de muerte no?
Tanner seguía diciéndome cosas, aunque mi mente no estaba poniendo cuidado. ¿Acaso estaba en el año 1997?
—¿Estás bien Layla? —dijo Tanner.
—Sí —sacudí mi cabeza— ¿en qué estábamos?
—El señor Müller la necesita para que haga los traspasos necesarios para que sus bienes vayan a una fundación de bien social cuando él fallezca —dijo Abraham mientras me entregaba unos documentos.
Los empecé a leer y vi que eran varios bienes, desde casas, carros, edificios.
—Vaya, tiene bastantes bienes usted Tanner —dije mientras pasaba las hojas.
—En realidad todo es de mi padre, yo sólo lo heredé. Recuerdo cuando inauguramos este edificio —señaló un documento que contenía información sobre un edificio llamado BMW— estaba muy pequeño cuando papá lo abrió, aunque recuerdo perfectamente ese día. Estábamos todos emocionados, era el edificio más alto de Tanburg y lo sigue siendo en la actualidad —dijo Tanner mientras se le escurría una lágrima por su mejilla.
—Se terminó la hora de visita —dijo un policía.
—Tranquilo Tanner, yo haré todo lo necesario para que estos bienes lleguen a las manos indicadas, nos vemos luego —dije mientras me retiraba— Abraham, no se preocupe por mí, yo me iré sola. Necesito ir a un lugar.
—Está bien señorita, aunque no creo que sea buena idea, recuerde andar con precaución ya que usted está en peligro.
—Tranquilo, yo me sé cuidar sola.
—Espere, tome estas gafas de sol para que disimule su rostro un poco —dijo Abraham mientras sacaba de su bolso unas gafas.
Salí de la comisaría y me fui para el parque a sentarme un momento allí, creía que estas experiencias se habían terminado, pero al parecer han vuelto.
Empecé a sentirme mareada, ya sabía lo que iba a pasar. Solo sentí que me desvanecí, abrí mis ojos y estaba de nuevo en mi habitación, ya era de mañana y debía apresurarme porque hoy era el día de mi boda.
El día que pensé que sería el más feliz de mi vida había empezado de la peor manera.
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Tanburg
Ciencia Ficción¿Te imaginas poder vivir en un mundo que realmente no existe? Layla Watson, de veinte años, es una joven doctora cirujana. Vive con su padre August, de cincuenta años, un reconocido escritor de los años ochenta que actualmente tiene una relojería en...