OmegA 10

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Media: Hurts Like Hell by Fleurie (Nightcore edit male version)

Yuri se aseguró de llevar su móvil en el bolsillo, se detuvo a comprar un paquete de condones y lubricante para luego dirigirse a donde había quedado

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Yuri se aseguró de llevar su móvil en el bolsillo, se detuvo a comprar un paquete de condones y lubricante para luego dirigirse a donde había quedado. Ni siquiera recordaba cómo se veía el dueño del número al que había marcado, solo recordaba que había guardado su número y eso significaba que era alguien lo suficientemente agradable.

Llegó hasta el lugar donde habían acordado, el lugar era elegante, él no iba a rebajarse demasiado por una noche inconsecuente. El hombre que apareció y se sentó a su mesa no lo recordaba, pero tenía una sonrisa entre nerviosa y emocionada.

Charlaron un poco, mejor dicho, el hombre charló y él lo ignoró. Sus ojos verdes lo recorrieron de arriba abajo con el ceño fruncido, listo para encontrar el más pequeño detalle negativo.

—¿Realmente eres uno de mis clientes? —preguntó después de un rato. El hombre sonrió de manera encantadora.

—Soy una de tus consultas más extremas —le aseguró y Yuri lo vio sacar su billetera. Con cuidado sacó una tarjeta de identificación y se la entregó—, esa es mi identificación vieja.

Los ojos de Yuri se abrieron con fascinación. Ahora lo recordaba. Un asiático de lentes, tímido y con ropa algo grande para su constitución. Levantó la vista para comparar el antes y el después. El resultado final lo dejaba mentalmente boquiabierto.

—Esto no me lo esperaba... es... eres... cambiaste mucho.

—Ni siquiera sé cómo agradecértelo —Yuri miró la tarjeta de nuevo, era de un año atrás y decía que el hombre tenía unos veinticuatro años en el momento de emisión, sea, que ahora tendría veinticinco. Realmente no los aparentaba, pero los asiáticos siempre se veían más jóvenes de lo que en realidad eran.

—¿Te gustan los hombres? —le soltó así sin más. El hombre abrió los ojos con sorpresa y su boca dejó escapar un pequeñísimo jadeo.

—Yo... lo siento... n-no sé a qué viene la pregunta —al ver el bochornoso sonrojo y cómo evadía su mirada supo que sí, le gustaban los hombres, pero que, si lo fuera a etiquetar, sería un omega, como él.

—¿Tienes pareja? —insistió. Tal vez sería una noche de sexo, pero no quería involucrarse en líos solo por eso. El hombre negó, al parecer demasiado nervioso como para contestarle verbalmente. Sonrió para sí mismo y tomó la mano del hombre por encima de la mesa con suavidad.

—Espero que no te moleste que sea un par de años menor que tú —susurró acariciando el dorso de la mano con el pulgar en pequeños círculos. Todo lo que hacía y decía tenía consecuencias en el hombre y no podía ocultarlo. Definitivamente, aquel hombre no era como Jean.

Bebieron un poco antes que Yuri sugiriera irse, no para terminar la velada, sino para continuarla en un lugar más movido. En esos momentos se sentía nuevamente como un cazador. Actuar como los humanos le traía gran satisfacción, no había necesidad de pensar como un omega, no había feromonas que lo hicieran temer, tan solo el aroma a jabón y a colonia, porque él ya se había dado cuenta que aquel humano se había duchado antes de ir a verlo. Eso solo podía significar que se había tomado el tiempo para estar presentable y los humanos solo cuidaban su apariencia cuando querían impresionar.

OmegA (Otayuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora