OmegA 48

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Aquí está lo que falta del celo de Yuri.  Han de saber que llevo dos semanas escribiendo lemon... y ya no puedo pensar correctamente. O.o  Así que vamo a calmarno. :P

Media: Starry Eyed, cover by The Hurricane Sessions

Los empleados del hotel iban de un lado para el otro, algo asustados por lo que estaba sucediendo

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Los empleados del hotel iban de un lado para el otro, algo asustados por lo que estaba sucediendo. El salón a prueba de feromonas había probado ser nada cuando se trataba de un alfa fuerte y su omega, también fuerte. El aroma de ambos en pleno celo se había colado hacia el interior del restaurante y los invitados antes calmados ahora parecían estar en un frenesí amoroso que iba desde tiernos besos hasta fogosas caricias, amenazando con un descontrol masivo.

Lo único positivo era que casi todos los invitados eran parejas y que los empleados eran exclusivamente betas, incluyendo los chefs. El problema había sido un par de invitadas que estaban allí solas y que, aunque intentaban resistirse, no parecían poder evitar totalmente los efectos.

Otabek había logrado, de alguna manera, acomodar a Yuri en sus piernas para que descansara sobre su pecho mientras ambos seguían unidos sin poder separarse.

La respiración de ambos era agitada, aunque intentaban estar calmados dejando que sus cuerpos continuaran bajo el instinto animal que poseían. Yuri podía escuchar los gemidos de Otabek, más que nada quejidos. Era extraño escucharlo emitir esos sonidos, pero le pareció que los había escuchado antes.

—Beka... ¿te duele? —la respuesta fue un quejido suave antes de responder.

—Un poco... pero no es nada. No estoy acostumbrado... y estás tan apretado de repente.

A pesar de que ya llevaban tiempo unidos y que Otabek parecía haberse corrido hacía un buen rato, Yuri podía sentir cómo a veces su cuerpo se tensaba y un suave calor volvía a llenarlo, como si aún estuviera eyaculando en su interior. Definitivamente era un acto animal entre ellos, el alfa y el omega de ambos apareándose al nivel más básico.

Yuri se limitó a acariciarlo con suavidad, aceptando lo que sucedía entre ambos sin quejarse más.

—¿Cómo los llamaremos? —Otabek se enderezó lo suficiente para darle una mirada confundida y Yuri sonrió —¿cómo llamaremos a nuestros cachorros? —esta vez acarició el rostro del moreno con ternura logrando que su expresión de angustia se relajara un poco.

—No soy bueno con los nombres. Puedes escoger el que más te guste —Otabek se recostó del pecho de Yuri, por primera vez desde que llegaran se sentía cansado y drenado de todas sus fuerzas. —¿Cuánto tiempo llevamos así?

—Una hora tal vez... tal vez un poco más... no estoy seguro.

—No entiendo por qué seguimos así... debería haber pasado.

—Es... normal. Debe estar por terminar, no creo que puedas resistir tanto.

—No pensé que fuera a suceder aquí.

OmegA (Otayuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora