OmegA 22

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Media: Animals, por Maroon Five, cover Jax Berlin

El poco tiempo que Otabek pasó despierto, Jean se dedicó a consentirlo

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El poco tiempo que Otabek pasó despierto, Jean se dedicó a consentirlo. No le veía sentido a explicarle algo que podía esperar hasta que hubiera descansado mejor. Además, la forma tan posesiva en que su cachorro lo abrazaba se sentía demasiado bien como para negarse el gusto.

Yuri ya le había dicho que los médicos querían filmar cuando tratara alguna de las mordidas y le habían dejado el equipo para hacerlo. También le había dicho que deseaba estar seguro de que ni él ni Otabek pudieran ser identificados en el vídeo. Eso significaba que tendría que hacer un acercamiento bastante personal de lo que Yuri haría sobre el cuerpo de su novio.

Cada vez que pensaba en ello su corazón latía de forma errática. Acarició el cabello de su cachorro con ansiedad y su Beka pareció ronronear, devolviéndole la sonrisa que creía perdida.

—¿No piensas abrir los ojos el día de hoy? —susurró en el oído de su moreno. El alfa se acomodó sobre su regazo y su pecho como si fuera un enorme gato a modo de respuesta. —Ten cuidado con el suero, cachorro.

Luego de un buen rato descansando encima de Jean el moreno quiso probar si podía al menos sentarse. Eso de estar acostado ya lo estaba fastidiando. Jean lo ayudó y luego le ofreció un poco de café, pero Otabek lo que quería era agua.

—Iré por una poca —le dijo mientras lo dejaba sentado en la cama. Al salir de la habitación Otabek pudo sentir un olor que lo hizo cerrar los ojos mientras la cabeza le daba vueltas. Se llevó una mano a la nariz por instinto y sintió que el estómago se le revolvía. Era un olor que le parecía conocido, pero en esos momentos lo menos que necesitaba era ese tipo de estímulo. Su celo de alfa debía estar a un par de días de llegar. Lo que Otabek no sabía era que había estado casi una semana en el hospital y que su celo ya estaba a punto de comenzar. Obviamente, no había tomado supresores de ninguna clase. Lo único que lo mantenía calmado era que apenas se sentía lo suficientemente bien como para estar allí sentado.

Su cuerpo se sentía afiebrado. No entendía bien por qué los médicos no podían controlar su fiebre. Estaba ansioso por que todo aquello terminara, que Yuri le borrara la marca y poder regresar con Jean.

Parpadeó con algo de sorpresa. Regresar. ¿Cuántas veces había pasado ese pensamiento por su mente? Regresar y ser feliz con Jean. Y, sin embargo, no se había detenido a meditar lo que eso significaba.

Dejar atrás a sus padres, sus responsabilidades con ellos, alejarse cuando lo necesitaban y cuando era obvio que adoraban a su novio. Pero él no tenía derecho a alejar a Jean de su mundo para traerlo a un lugar donde las reglas eran totalmente diferentes y donde cabía la posibilidad de que un omega lo marcara a él sin su consentimiento y lo alejara de su lado.

Él era un alfa fuerte y tenía una gran fuerza de voluntad, pero siempre existía la posibilidad de ser marcado mientras no tuviera un compañero definido, incluso la posibilidad de descontrolarse él mismo si las circunstancias no eran las mejores. Por eso, regresar con Jean a la tierra era su mejor opción.

OmegA (Otayuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora