OmegA 36

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Primero que nada, espero que su día de la amistad y el amor haya estado super hermoso, con muchas flores, chocolates y regalitos y salidas al cine y a cenar y con los amigos y todo eso.  Yo me la pasé en casa escribiendo. :P

Lo segundo... no había querido ni pensaba decir nada al respecto, muchos de ustedes piensan que soy escritora-chan, pero la verdad, soy escritor-kun.  Lo digo porque acepté matrimonio a cambio de unos sangüichitos de mezcla y creo que  me casé. :P (ya puedo imaginar a la waifu dejándome comentario en esta sección, lols, mwaahhhh waifu!!)  Pero sí... cough, soy escritor-kun.

Tengo que disculparme de antemano porque no expliqué absolutamente todo en este capítulo, dejé cosas en el aire, pero tengo una mmmmuy buena razón.  Son detalles que forman parte del fanservice Victuuri que tengo planificado y que subiré pronto.  Así que no me maten por ello.

Besos a todos y a todas, ;D, ustedes son mi mejor Valentin.

Media: Closer by The Chainsmokers ft Halsey, cover by Boyce Avenue ft Sarah Hyland

Cuando Otabek dijo aquellas palabras, reconozco tu marca en Jean y la respeto, los ojos de Seung se humedecieron repentinamente y sin previo aviso se arrojó a los brazos del moreno

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Cuando Otabek dijo aquellas palabras, reconozco tu marca en Jean y la respeto, los ojos de Seung se humedecieron repentinamente y sin previo aviso se arrojó a los brazos del moreno. Yuri dejó escuchar uno de sus característicos gruñidos y ya estaba a punto de separar al omega de los brazos de su alfa cuando Jean también se arrojó sobre Otabek y de paso se lo llevó enredado a él, apretándolo también.

—Sabía que eras un súper cachorro, pero no me imaginaba esto —murmuró el moreno de ojos claros cerrando los ojos como si una enorme odisea hubiera terminado en ese preciso momento y con ese abrazo. Era como volver a casa.

Yuri estaba demasiado asombrado como para reaccionar. Después de tantos días, era la primera vez que podía acercarse a Seung sin que este le gruñera, lo amenazara o le echara sus feromonas encima como repelente en atomizador. Era como un sentimiento cálido y abrumador.

El omega de ojos negros comenzó a llorar y sus sollozos parecían contener todo lo que había estado sufriendo durante esos meses. La ansiedad y la desesperación de no poder marcar a Jean como suyo, temiendo a diario que otro pudiera arrancarlo de sus brazos, especialmente ese alfa al que ahora se aferraba. Sabía de primer mano que Jean seguía enamorado de él, se lo había dicho tantas veces. Con todo, Jean no lo había rechazado ni le había echado en cara su insistencia. ¿Cómo iba a suponer que los humanos podían embarazar a los de su especie? Solo había querido un poco de compañía mientras su celo pasaba. Una compañía que él creía segura.

Sin embargo, cuando luego de un mes supo que estaba esperando cachorros sintió miedo de que Jean lo rechazara o lo abandonara. No había marca que los uniera y no había forma de seducirlo a través de ella para que se quedara con él. Y, aun así, Jean no lo había rechazado, incluso se había enfrentado al enojo de Víctor cuando se enteró y lo había defendido.

Quería que Jean se quedara con él como su pareja. Iban a tener una familia. Nunca había conocido a nadie como él, aunque fuera humano, quería que se quedara a su lado. Jean lo trataba tan cariñosamente y estaba todo el tiempo pendiente de cada detalle para que estuviera cómodo. No estaba acostumbrado a que lo mimaran y al principio se sintió extraño, pero una vez le había tomado el gusto sabía que no podría vivir de otra forma.

OmegA (Otayuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora