Otabek es un alfa con un problema que no puede ignorar, una mordida que no debería estar ahí. Para resolver el problema tendrá que encontrar al omega que lo ocasionó, Yuri Plisetsky. Pero Yuri ha escapado y nadie conoce su paradero. Mientras lo b...
He decidido intentar pasar el capítulo desde el celular pues la laptop no es viable al fin y al cabo. Perdonen los guiones cortos, Wattpad me cambia el largo por el corto al usar el celular.
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Otabek despertó con sus brazos enredados en el cuerpo de Yuri quien dormía pesadamente, demasiado cansado por las actividades de la noche anterior.
No tenía ganas de salir de la cama sabiendo que ése era el día en que Jean regresaría a la tierra. Por otro lado, si no se levantaba podría perder momentos valiosos para estar con él antes de que partiera. Dio un pequeño resoplido y restregó su cara contra el cabello de Yuri antes de retirar sus brazos. El rubio se removió inquieto para luego volver a quedarse quieto.
Se fue directo a la ducha y al terminar se aseguró de ponerse el anillo de Jean en el dedo. Le dió una larga mirada al pequeño aro, sintiendo que todo aquello era solo un mal sueño y que Jean no lo dejaría solo. Sin embargo, al salir de la ducha y ver al rubio en su cama le recordó que era una situación muy real.
El reloj indicaba las siete de la mañana cuando pasó por la sala de estar hacia el exterior. Se sorprendió al ver que el moreno de ojos claros ya estaba despierto y hacía piruetas montado sobre su moto. Otabek lo observó hasta que Jean notó su presencia, recordándole nuevamente que aquel era un humano, incapaz de percibir lo que para él era obvio.
—Buenos días, cachorro —el cariñoso mote hizo que su corazón se ablandará sin querer. La sonrisa de Jean le ablandó las piernas. Apenas pudo responderle con una corta sonrisa temiendo que la voz se le entrecortara. —¿Dónde dejaste a Yuri?
—Aun no despierta.
—Ah... sabes, olvidé decirte que le gusta ir a comer a sitios caros.
—No quiero hablar de Yuri ahora —le dijo sin rencor. Jean apagó la moto para escucharlo mejor.
—¿Y de qué quieres hablar?
—De nosotros. ¿Cuándo volveremos a vernos?
—Pues... en verdad no lo sé, pero preferiría que fuera después de que tú y Yuri estén más estables.
—Tal vez nunca estemos estables, pero nos mantendremos juntos gracias a la marca.
—A eso me refiero. No pueden conformarse con eso —la expresión en el rostro del moreno lo hizo callar de inmediato.
—Jean... —el tono de Otabek dejaba entrever lo mucho que le dolía el tema de la relación con Yuri y Jean decidió no hablar más del asunto, cambiando el tema de conversación.
—¿Quieres que te enseñe un par de trucos? —eso logró que Otabek sonriera y le diera una señal afirmativa. Jean aceleró la moto con ánimo y arrancó con fuerza para mostrarle lo que podía hacer.
