OmegA 30

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Media: Blank Page, por Christina Aguilera (autora Sia)

Llevo intentando subir este capítulo desde anoche, no sé qué le pasa a Wattpad. Lo subo sin nada a ver si se queda.

Update: parece que ya todo está en calma en Wattpad.  Los capítulos que subí que se desaparecían, volvieron a aparecer y pude leer los comentarios perdidos aunque no me dejó contestarlos.  Espero que ya no se vuelva a desmadrar esto por mucho tiempo. :S

Yuri no mejoró por completo ese día

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Yuri no mejoró por completo ese día. La gripe lo hizo sentir indispuesto por un par de días más. Y si bien estuvo molesto con el moreno después de llegar a la casa, cuando llegó la noche no pudo evitar abrazarse a su espalda, sintiéndose mucho mejor al hacerlo. Sabía que se había comportado como un necio, pero no podía evitarlo. También sabía que Otabek lo estaba soportando todo casi como un santo. Por alguna razón, eso también le molestaba. ¿Cómo podía él siquiera intentar corresponder tanta paciencia?

Se cuestionó su propia decisión de querer sentir el amor como lo sentían los humanos. Definitivamente él no poseía el estilo de Jean Jacques. Él era Yuri, y su encanto era ser un pequeño malcriado y cascarrabias.

Pequeño... tendría que ir cambiando esa forma de pensar, su cuerpo se rebelaba contra la idea de ser pequeño. Como si todo el coraje y la furia que habían sido su combustible de repente no cupiera en aquel físico pequeño y delicado.

Sintió crisparse involuntariamente al referirse a sí mismo como delicado. Él necesitaba dominar, controlar, ser el centro de todo. Se pegó aún más al cuerpo del moreno, ocultando su cara en el calor del alfa. Otabek era fuerte, no solo físicamente sino como alfa. Su aura de alfa era monstruosa y, sin embargo, era tan gentil con él. Perdonaba en segundos su forma de ser tan irascible y lo trataba extremadamente bien. Otro en su lugar lo habría mandado por un tubo o le habría dado una lección. Pero Otabek era así con todos, o eso le parecía. No había una razón en especial de parte del moreno y eso lo desanimaba.

Cuando la gripe de Yuri finalmente desapareció, su malhumor constante volvió a hacerse presente. Era como una mala premonición de que algo sucedería y pronto. Y sucedió, un mediodía, cuando Otabek pensó que perdería el control, un par de semanas después.

Ese día Yuri estaba trabajando en uno de los nuevos comerciales para la compañía de Víctor. A pesar de que el hombre llevaba varios meses fuera, la compañía continuaba funcionando en perfecto orden y los proyectos no se detenían. Otabek lo acompañaba a veces, cuando estaba lo suficientemente aburrido y sin deseos de visitar a su familia en el campo o a los Giacometti. Aunque la mayoría de las veces prefería esperarlo fuera del estudio.

Mientras preparaban a Yuri, Otabek decidió ir por un café a una de las tiendas que había cerca. Todavía faltaban un par de meses para que su celo llegara, de hecho, habían pasado cerca de cinco meses desde su último celo, el que se había interrumpido con la partida de Jean y no tenía idea de si Yuri lo ayudaría a pasarlo.

OmegA (Otayuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora