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Nos encontramos en el hospital, yo estoy en un pequeño cuarto con un enfermero, no sé nada de ella, si estará bien o mal, pues cuando llegamos Yeider me insistió que de paso me hiciera revisar las heridas y así lo hice. Él me observa de reojo mientras enhebra la aguja, la herida estaba peor, llena de cuanta cosa exista y ahora está más abierta, él hombre me hizo limpieza y se prepara para coser de nuevo. 

-Te recomiendo que estés en reposo mientras la herida se sana, porque se nota que la han cosido antes y los puntos se han roto por esfuerzo físico- se sienta a la altura de mi abdomen y se pone el tapaboca, asiento tranquila, tomo aire y me acomodo.

La aguja se clava en mi piel y siento un leve chuzón, él me mira para ver si estoy bien y yo le sonrío.

***

Resulta que en la espalda también tenía otra herida, pero eran rasguños, seguro fueron de la caída por la cascada, camino por los pasillos intentando llegar a la sala de espera y así saber qué pasó, en una silla lejo de los demás, sentado está él, con la mirada perdida, me acerco y me siento a su lado.

-¿Ya hay noticias sobre ella?- él me mira y sonríe cansado.

-Perdió su bebé y me odia- responde tratando de estar tranquilo, pero tengo la leve sospecha de que en cualquier momento explotará. 

-Lo siento- digo mientras acaricio y aprieto suavemente su hombro.

-Te sigo queriendo Kayla, me dio cuenta con el transcurso del tiempo, me importas, me importas más de lo que pensé, tienes un alma tan noble a pesar de todo, no mereces que pases por todo lo que estás pasando, te mereces el cielo y un dios griego que te haga el amor como ningún otro, que te ame como un hijo ama a su madre y como una madre ama a su hijo, te mereces todo lo bueno que puede haber- dice mientras sonríe con melancolía y toma mi mano entre suya, no sé qué hacer o decir, estoy en blanco.          

Sin dejarme pronuncia palabra alguna me toma de la mano y salimos del hospital.

-¿Y qué pasará con ella?, ¿la vas a dejar acá, sola?- pregunto mientras me detengo y suelto su mano.

-Estará bien, vamos a casa y hablamos sobre lo que en realidad es importante, Evan- 

-Estoy haciendo todo lo posible por no odiarte de nuevo Yeider, pero sinceramente no entiendo, ¿acaso vas por la vida dañando mujeres?- lo enfrento una vez más indignada.     

-Ahora no Kayla, te lo pido, vamos a casa, por favor- se rasca la cabeza intentando mantener su compostura.

-Tengo hambre- digo y él sonríe.

-En casa haremos algo- asiento, eleva la mano y el taxi se detiene, me abre la puerta y yo subo.















¡PERDÓN!

PERDONENME LA VIDA, PERO ESTOY SIN INTERNET, CELULAR, SIN NADA, NO ME MATEN, L@S AMO <3


Me desapareceré más días, porque no tendré donde conectarme, entiendanme, por fa.

Saben que no tengo porque mentirles, espero me entiendan. 

Besos <3                                                                                                                                              


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