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CARTA

20/07/2014

Se robó la ilusión de mi corazón en proceso de reconstrucción, muchacha atrevida y valiente, siendo luz penetró la infinita y densa oscuridad de mi ser buscan lo bueno que ella estaba más que segura había dentro de mí, pero en ese proceso, lo primero que vio fue lo malo de mí y aún así permaneció con la esperanza de encontrar eso...

No se detendría porque no quería ser una más, no quería ser parte de aquellas mujeres que al conocerme, se iban sin decir nada, temiendo por todo, cobardes con miedo a la adrenalina y el dolor.

Siempre te vi diferente, tan fresca y con deseos tan fuertes como los míos, una vida vacía y un corazón carente de amor y cariño como el mío, leí tus escritos, eso que no podías decirme porque en realidad sonaría demasiado cursi y eso no iba contigo, ni mucho menos conmigo, era extraño cuando me decías "te quiero", aunque sabía que era el grito de un "te amo" reprimido, porque yo también quería decirlo, pero no podía vomitarlo, se quedaba atascado en medio de mi garganta y dolía, por ello tenía que tragarlo de nuevo.

Espero que mis caricias hayan bastado para que te enteraras cuanto te amaba como lo hago hoy, todo, absolutamente todo lo que hice contigo fue extremadamente importante, no arrepiento de nada, de las peleas silenciosas, de aquella vez cuando cortaste mi pecho, cuando me golpeaste frente a mis amigos dejándome como un gay al cual su novia golpea, sólo me importabas tú, me valía un pedazo de mierda la sociedad, las apariencias, sólo quería vivir, vivir a tu lado, reirme de todo, de una anciana que se cae, de alguien que muere, porque juntos somos otros, somos dementes queriendo incendiar el mundo, nos olvidamos de la vida y corremos hacia la muerte de nuestros besos y nuestros cuerpos fusionados.

Nuestras manos entrelazadas eran armas mordaces, y nuestras sonrisas chalecos antibalas contra miradas de envidia al tenerte, eras demasiado perfecta para mí, todos te veían como una chica angelical sin saber que en ti albergaban los mismísimos demonios más temidos del inframundo, con un rostro y una figura inigualable, tanta belleza junta era imposible y exactamente tú tenías todo eso, eras tan sociable, o eso parecía.

Al final no éramos tan distintos, estábamos llenos de dolor, pero la mismo tiempo estábamos desiertos, lejos de todo, de lo importante para seguir viviendo, pero ahí estábamos, tratando de encontrarnos entre tanta arena, cansados, sedientos de ese sentimiento que trataríamos de beber cuando nos encontráramos y así pasó, caía un manantial frente a nuestros ojos y tomados de las manos no sumergimos en él, y cuando no quería salir, porque tenía vergüenza, vergüenza de haber perdido mi ropa por lo fuerte que había sido eso y estar completamente desnudo, tú te desnutaste conmigo y salimos juntos, como entramos, pero esta vez al descubierto, seguros de todo sin importarnos nada, ya no importaba porque lo que hacíamos era de los dos y de nadie más.

Era tu cuerpo contra el mío, tus labios en los míos, la sonrisa sincera, era para mí, el abrazo sincero, para mí, todo, todo, maldición, todo realmente era para mí porque lo demás era falso y finalmente recuerdo el día que le hiciste fucking a todos importando una mierda la gente y me besaste para luego gritar -Mueran todos-  



Te amo, mi amor.

De Evan para ti Katleen, lo mejor de mi vida.









No pregunten ni se agobien, dejen fluir todo...

Besos <3


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