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27/07/2014

Sí hubieras visto a tu madre...
A tu padre...
¿Tal vez volverías?
¿Recordarías por fin?

Me agoto, me desespero, escribo para intentar mantener el control, he decidido que hasta que vuelvas no asesinaré una persona más, que mantendré el control, todo más fácil cuando lo hago por ti, todo resulta sencillo y común, tienes un poder increíble sobre mí y aunque tal vez estás en una oscuridad infinita y no puedes decir o hacer nada sigues influyendo en mí con supremacía.

¡Por Dios!, mira lo que me estás haciendo, ¿escribir? y si fuese solo eso, pero no, escribo como un maldito idiota enamorado que no puede vivir sin una mujer, ¡por Dios!, pude estar todo este tiempo sin madre y apareces tú de la nada y ya, haces desastres en mi corazón que ya poco me quedaba, quise intentar ser mejor por ti, !ah!, ¿puedes creer eso?, JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Pero por todos los cielos, si tú estabas más demente que yo, me comprenderías y me sentí estúpido en cierto momento, porque intenté ser "un ángel por un demonio igual al que quería dejar atrás", no me interesaba nada más que tú, podía con cualquier cosa a tu lado, ¡joder!, sin duda eres lo mejor que ha llegado a mi vida.

Te observaba como leo un libro, atento, sin querer perderme ningún detalle, queriendo saber todo y si era necesario volver a leer, lo haría, porque es algo que me gusta hacer.

Todavía no entiendo cómo puede haber tanta oscuridad en ti y parecer ser la luna en la noche.

Sonrisa y un arma que tomaba el puesto de un cuaderno, una navaja que sustituía al bolígrafo y un órgano palpitando con furia, pero era solo eso, un órgano que todos creían y llamaban corazón, ojos rasgado, un claro color lleno de vida porque las robaba, las raptaba de otros personas, y ese guiño, era la señal del pecado.

Tus manos llenas de sangre, eras artista, profesional, muertes sin un asesino, muertes sin un culpable, funerales donde tú eras la primera invitada, donde dabas tus palabras y decías lo mucho que sentías una perdida más y luego, luego reías mientras inclinabas tu rostro y te justificadas diciendo que reías porque aún era doloroso e imposible aceptar la muerte de X persona.

Hipócrita con todos y demente sólo conmigo, sólo a mi lado, menuda desquiciada, eres para mí la yugular de un violador, de un pedófilo, eres un deleite.

Despierta.

***

-Hola hijo- mi padre se sienta frente a mí con un cigarrillo en su mano, expulsa en humo hacia arriba y sonríe.

-Hola- Cierro la libreta aunque el ya sabe lo que hago y me levanto para sentarme a su lado.

-Estaba pensando en salir a viajar, ya sabes, por tierra claramente, entonces para que llamaras un excelente equipo para que vengan a cuidar a tu chica- apaga el cigarro contra en vidrio y luego lo tira a la cesta de basura, mete una menta a su boca y levanta sus cejas como si preguntara que pienso.

-Sabes que soy como si no existiera, sólo he tenido tarjeta de identidad, nunca fue por una cédula o algo de eso porque no me interesa, estoy indocumentado- niega con la cabeza y ríe.

-¿No te quieres ir, cierto?, porque sabes que eso no es un maldito problema, que eso es fácil de solucionar, sólo no quieres ir por estar con ella, no ocultes nada, puedes decirme lo que quieras, lo aplazaremos para cuando ella despierte- jala mi oreja y sonríe.

-¿No sabes hacer otra cosa que no sea sonreír?- río y el lo hace junto a mí.

-Claro que sí, sé conducir y etc- sonríe de nuevo y levanta sus hombros.

-Puedes ir con Yeider, e iremos todos para cuando ella despierte- asiente tranquilo.

-Nos iremos mañana entonces, nos iremos muy temprano así que me despido desde ahora, te estaré llamando, nos vemos luego hijo- se levanta, besa mi frente y me abraza mientras golpea suavemente mi espalda.

-Pásala bien por mí- sale de la oficina y yo hago lo mismo para dirigirme a mí habitación.

GimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora