Ya han pasado los dos días, son las 5 a.m., yo me estoy vistiendo y él bañándose, antier, cuando compramos las armas, me enseñó a disparar y algunos trucos de defensa personal y en un momento dado, quedó sobre mí, cuerpo con cuerpo, pero con un puñetazo en la cara su expresión de deseo se desapareció, así que tiene un hermoso morado cerca del ojo.
Me abrocho alrededor de la cadera las cargaderas y en sus respectivos puestos, meto los revolver y en otro aparte, una navaja mediana.
Me pongo las botas, me ato el cabello en una cola alta y salgo de la habitación para desayunar.
Minutos después Yeider sale de la habitación con un chaleco cargado de todo tipo de armas y navajas, me sonríe sin gracia y se sienta en la mesa frente a la comida que le he servido.
-Te ves hermosa- me guiña un ojo y yo sonrío.
Me levanto con el plato entre las manos y lo dejo en el mesón, él deja la mitad de la comida sobre la mesa y habla.
-Bueno, podemos irnos ya- avisa, toma las llaves de la camioneta, el bolso que contiene sogas y demás cosas que podrían ayudarnos, y abre la puerta.
Salimos, nos dirigimos al parqueadero, mete el bolso en los asientos traseros, me abre la puerta de copiloto para que yo suba y cuando lo hago, se da la vuelta y se sienta en el puesto del piloto.
******
Me duele la espalda de estar tres horas sentada aquí, no sé porque se me hace más eterno que cuando aquél hombre me llevó a la ciudad en su moto.-Listo, desde aquí tenemos que caminar- dice mientras deja el auto aislado del camino, haciendo que quede casi escondido.
Se monta la mochila al hombro y comenzamos a caminar por el bosque, por aquí sí recuerdo un poco, no estamos para nada lejos, desde aquí se ve la casa, y uno de los hombres dormido, mi corazón se acelera al máximo y los nervios crecen.
Yeider me toma de la mano y me hace mirarlo.
-Sé que no es fácil matar a alguien porque sí, pero es necesario ahora si queremos sacar a Evan de allí- toma una de sus armas, le pone silenciador y me la entrega.-El hombre que está en esa esquina está dormido, como te enseñé, concéntrate en darle en la cabeza y yo le dispararé al otro, ¿lista?- me instruye.
-Está bien- afirmo y tomo aire para intentar calmarme.
Me da una señal y subimos los dos sigilosamente, tomo el arma con fuerza entre mis manos, Yeider musita un «ya», apunto y jalo el gatillo, me sorprendo al ver que acerté, él corre hacia el otro extremo y tomando por sorpresa al hombre, le dispara en la cabeza. Regresa hasta donde yo estoy, deja caer la maleta, la abre y de esta saca una especie de ganchos con puntas finas.
Empieza a escalar clavando estas en la pared impulsándose a subir con la fuerza de sus brazos. . Me silba suavemente y yo miro en su dirección, me indica que hacer y yo le sigo la corriente, saco la soga del bolso y se la lanzo, cierro el bolso, me lo monto al hombro y tomo la soga para empezar a subir. Cuando llego a donde él está, guardo las cosas en el bolso y empezamos a buscar cual podría ser la habitación en la que él está, lo mínimo que hagamos mal, nos puede costar todo.
Yeider comienza a silbar, pero de una forma diferente, como el de una canción y de repente a lo lejos se escucha a alguien silbar lo mismo. Él sonríe y me doy cuenta que lo encontró, corre intentando no hacer tanto ruido con los pies y en una de las puertas se detiene, de donde proviene el silbido, la puerta se abre sin él hacer esfuerzo y se queda perplejo, y ahí es donde me doy cuenta, que nada está bien, caímos en una rampa.
-Quítate eso y patealo lejos- le ordena la voz autoritaria del padre de Evan.
Yeider hace lo que le pidió y lo patea en mi dirección, y me da una corta mirada que pide ayuda, dejo caer la mochila sin generar ruido y me dispongo a estar segura si el arma está cargada y así es, camino con lentitud hasta quedar al lado de Yeider, a quien le puedo escuchar el corazón desde aquí.
-Entra, cierra la puerta y toma asiento- él entra y se corre hacia la derecha y me dice todo con esa acción.
Entro y apunto hacia la izquierda y al verlo, disparo, su cuerpo se impacta contra la pared y el arma que tenía en su mano cae al piso, se mueve un poco indicando que está vivo y sin pensarlo, disparo de nuevo dandole en la cabeza.
Evan mira a su padre y sonríe lleno de malicia, se levanta y camina hasta mí.
-¿Cómo has estado?- me pregunta sin borrar esa sonrisa que destella felicidad.
-Como siempre y tú?- bajo el arma y lo miro
-No estuve contigo, eso significa que estuve mal- levanta los hombros como si fuese una respuesta obvia.
-No se necesita de otro para estar bien- contradigo.
-Es un concepto errado y lo digo seguro, porque cuando no estás cerca, es como si las cosas ya no tuvieran sentido, es aburrido todo, nada tiene gracia- explica sereno, como si no acabara de pasar nada, como si nunca hubiese estado encerrado.
-¿Entonces por qué no sentí eso cuando estuve sin ti?-
-¿No lo sentiste así?, ¿entonces por qué hiciste parte de un plan para buscarme?, ¿entonces porque hiciste como te pedí?, ¿entonces por qué simplemente no te fuiste si no estaba yo para perseguirte?, ¿entonces por qué estás aquí?, ¿entonces por qué si yo te beso ahora no te alejarías?-
-No hay forma de que estés seguro de lo último-
Sus labios se encuentran con los míos y los muerde con hambre, pasa justo lo que dijo, no quiero separarme y creo que no lo haré, sus brazos rodean mi cintura, estoy consciente de que perdemos tiempo, estoy consciente de que estamos arriesgándonos, pero no le pongo freno a mis labios.
Y de pronto llega el ruido separa labios, Yeider nos mira con aires de decepción y de pronto el sentimiento de vergüenza me toca, y me siento rara, como sucia, de pensar en que antes lo besaba así a él y ahora lo hago con su hermano, es algo un tanto abrumador.
-Tenemos que irnos ya- dice y sin más sale de la habitación.
Evan me toma de la mano y salimos también, Yeider camina tranquilo hacia la ventana por la que entramos, ya con su chaleco puesto de nuevo y el bolso en la mano.
-Ah, toma esto por si algo- le desliza por el suelo dos armas cargadas.
Evan las toma y le sonríe a su hermano y los dos empiezan a silbar lo que para mí, es una canción que los representa.
Yeider ata la cuerda al pomo de una puerta cercana y se desliza por esta, hago lo mismo y Evan nos sigue, cuando los tres estamos a bajo y nos disponemos a caminar para llegar a la camioneta, frente a nosotros vemos a cuatro hombres apuntandonos.
Me quejo y me dejo caer al suelo, los hombres me observan y yo señalo a sus espalda, tentados miran y les disparo dejándolos en el suelo, me levanto y Yeider y Evan me miran con las cejas alzadas.
Ríen al unisono y nos dirigimos hacia la camioneta.
Lo siento por la tardanza, es que como les digo no tengo internet en casa, intenté hacer los capitulos largos, espero que les guste y me tengan paciencia.🙏🙏🙏🙏🙏
L@s amo❣❣❣
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Gime
Mystery / ThrillerLa vida, el amor, la familia, para Kayla, es sinónimo de dolor, sufrimiento y muerte.