No Entiendo

Capítulo 33

Llamé a (Tu nombre) y le di la noticia de lo que dijo el doctor. Dios me dio otra oportunidad y debo arreglar unas cosas que tengo pendientes con mi familia. Tomé mi teléfono y llamé a la cárcel de mujeres de Vega Baja. Necesito hablar con mi madre. Ella merece que yo la perdone por lo que hizo.

EN LA LLAMADA...
Xxxx: hola, institución penal de mujeres ¿en que le puedo ayudar?
Trish: hola, me gustaría hablar con una reclusa.
Xxxx: me temo que eso no podrá ser, ayer hubo pelea y están castigadas, pero pueden recibir visitas.
Trish: muchas gracias pasaré mejor a verla. Adiós.
FIN DE LA LLAMADA...

Me quedé pensando en ella y me dormí desperté al rato y las chicas estaban en el cuarto.
(Tu nombre): hola dormilona.
Trish: hola.
Jaimy: ¿como estas?
Trish: bien... Chicas necesito que cuando salgamos de aquí me acompañen a ver a mi madre. (Tu nombre): ¿en donde esta ella?
Trish: en la cárcel...
(Tu nombre): oh Dios perdona amiga no tenía conocimiento. Pero... ¿por que?
Trish: es una larga historia, pero te contaré eres mi mejor amiga y mereces saberla. Cuando yo era apenas era una niña mi madre volvió a casarse y su nuevo marido al principio era perfecto, aunque yo no me llevaba con él, nunca dijo o hizo algo malo a mi o a mi madre, pero ya luego que cumplí mis 16 y comencé a desarrollarme notaba que me miraba raro hasta que un día entró a mi habitación en la noche e intento abusar de mi. Le conté a mi madre, pero ella no me creyó nada. Como era se esperarse. Me era muy difícil dormirme en las noches por miedo, ponía seguro a la puerta, pero el siempre encontraba como abrir. Lo intentó varias veces hasta que logró violarme y mi madre se dio cuenta y no hizo nada. Intenté avisarle a mi hermano, pero el tampoco me creía pensaba que yo lo hacia por que no quería a mi mamá con ese tipo. Al cabo de unos años ya con 21 años. Escuché a mi madre hablando con él, tomé mi celular y los grabé. Muy claramente mi madre le decía a ese desgraciado que consiguiera hombres que pagaran bien por tener sexo conmigo. Durante esos años que mi hermano estuvo, todo estuvo tranquilo porque mi hermano vino a vivir con nosotros, pero tan pronto se fue todo comenzó otra vez. Es obvio que me sentía como una porquería. Esa noche recogí todo lo que pude en un bulto y me dirigí a la comisaria a entregar a mi madre y al imbécil de su marido. Se los llevaron presos el mismo día y mientras pasaba el proceso que duró un año yo viví en casa de mis padres y el estado pagaba todo, pero cuando acabó me tocó irme a la calle con apenas 23 años, estuve todo un año en las calles sobreviviendo hasta que Fernando, tu padre, me encontró y me llevó a trabajar a su negocio.
(Tu nombre): wow amiga, no me creo que te pasó todo eso. No entiendo... ¿cómo mi padre te encontró?
Trish: esa es otra historia un poco larga. (Llega el doctor e interrumpe)
Doctor: con el permiso ¿cómo te sientes Trish?
Trish: super bien doctor.
Doctor: tengo dos cosas para ti. La primera es que mañana podrás irte a casa y la segunda... (El doctor sale a buscar algo y vuelve a entrar) es que te enviaron esto.

Oh Dios era un super oso panda grandote. Con un globo de helio que decía "I Love You". Tomé el sobre que me entregó el doctor y lo abrí la carta dice así:
"Hola mi hermosa luchadora, me alegro de que estés tan bien cuando hace unos días estuve a punto de perderte. Perdóname por no ser quien tú te mereces, pero igual te quiero demasiado. Tengo una vida complicada y una carrera que no me da tiempo ni para comer. Hemos compartido poco y esos momentos los llevo en mi corazón por siempre, no sé cuánto tiempo pase para volverte a ver, volverte a abrazar y poder darte el beso que tantas ganas tengo de darte, pero quiero que cada vez que mires este pandita recuerdes que en algún lugar del mundo hay uno que te quiere demasiado. Gracias por llegar a mi vida y hacerme sentir especial. Te quiere Christopher B. Vélez Muñoz"

No pude evitar llorar mientras leía, nunca me esperé esto... Y para ser sincera mucho menos de Chris. Abracé el oso como si fuera él y lloré. Es más que obvio que se está despidiendo de mí y me niego a aceptar que solo lo veré a través de una pantalla.