HERMOSO CRISTAL

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Si prestabas la suficiente atención alcanzabas a ver la isla sobresaliendo entre revoltosas aguas. El bote nos dejó en un muelle pequeños medio destruido, con la madera podrida y astillada.

-aún sigo sin comprender por qué querrían bajar al infierno - dijo una de las chicas muertas. la que mato a esas familia en un estado de borrachera. Lilith en su afán por hablar le contó nuestra historia y la razón por la que "no muertos" estaban en el inframundo.

-confía en mí, pequeña - respondió Dom - ninguno de los que estamos aquí comprendemos como mierda siempre terminamos en una situación como esta.

-¿Eres madres? - pregunte simplemente cuando subí al muelle con ayuda de Dom que me tendió su mano.

-si - logro distinguís la laguna empezándose a formar en sus ojos - de un precioso niño de 3 años.

-de tener la oportunidad de remediar lo que hiciste, ¿No la tomarías sin dudar? ¿No harías hasta lo imposible por tu preciado tesoro?

-no lo pensaría ni siquiera - aseguro con firmeza.

-esa es tu respuesta.

Mexandre nos condujo a por un sedero de piedra que en cierto punto se dividía, era el momento de despedirnos de nuestro compañeros muertos para que continuaran su camino directo a su castigo eterno. Al final del  segundo camino nos topamos con plantas de diferentes especies exóticas que no había en la superficie. Era preciosas al igual de enagañosamente peligras, podía ver las espinas sobresaliendo de los tallos secretando un liquido translucido. 

-nadie toque nada, y si es posible, procure no respirar cerca del polen de las flores, tendrá alucinaciones terribles al mismo tiempo que tu cuerpo se consume por el dolor - advirtió nuestro guía.

Mexandre, con el mayor de los cuidados, busco algo entre las frondosas hojas. No me di cuenta de que acción realizo porque su cuerpo obstruía la vista, pero, de alguna manera, había hecho que las plantas retrocedieran para darnos paso y continuar el camino de piedra. Fue asombroso cuando todos cruzamos esa frontera invisible entre noche y día, la deprimente luz anterior fue opacada por los brillantes rayos de luz que provenían de alguna parte. Era como si amaneciera en un instante, la transición había durado segundos. Ante mí, un paraíso que me traía a la mente la isla en la que viví unos de los mejores momentos de mi vida.

-es solo una ilusión - hablo Lilith - esta zona fue diseñada para darte falsas esperanzas para luego ser consumido por los halagos.

-¿Halagos? ¿Qué es eso? - pregunta Esther buscando analizando el paisaje en busca de algunos seres abominables.

-sus adulaciones les permitieron obtener los mejores beneficios de parte del diablo. Ninguna criatura es lo suficientemente rastrera para superarlos - responde Abigor con mirada amenazante - son odiosas.

-¿Odiosas? me imagino - apunta mi hermana sarcástica - seguro que te tiraste a alguna.

-¿Qué puedo decir? Al parecer tengo apetito por las víboras traicioneras... - lanza esperando una respuesta que no llego – por cierto, se supone que bebí de tu sangre, Caterina, ¿Cómo se supone que no vi tu traición?

-Sebastián había ocultado algunas cosas para sus intercambios con su esposa, tome la idea y le pedí ayuda a Saint para que me ayudara a ocultarlos. Lo decidí cuando estuve segura de que deseaba realizar el intercambio contigo. Lo hubiera hecho de no ser porque me entere del riesgo que corría Aiton. Pensé que estaba traicionando a Tristán y a mi bebe teniendo ese deseo... Pero no podía evitarlo.

Vía al Infierno °SIN EDITAR°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora