El humo había tomado terreno aumentando su velocidad cada vez más y a este paso en minutos alcanzaría a Esther. Me deshice rápido de la otra halago que había aparecido dividiendo su cuerpo en dos desde el abdomen. Quedando solo dos.
La halago que estaba de espaldas a mi le di una patada detrás de la rodilla haciendo que perdiera el equilibrio y callera de rodillas, tome su cabeza y la gire en un ángulo incorrecto hasta que sus tejidos se desprendieron y su cabeza se liberó del resto de su cuerpo. La otra había aprovechado la oportunidad que le otorgaba la debilidad de Esther para consumir de su muslo izquierdo, ella gritaba de dolor por ser comida viva. Fue una escena bastante perturbadora.
De un solo golpe atravesé huesos y demás cosas que intervenía en mi paso al corazón de la criatura y lo arranqué de un tajo dejándola inactiva.
-ven, levántate ahora - le dije cuando empujé el cuerpo inerte de la sirena para que se pudiera levantar.
-para estar embarazada peleas bien.
-sí, pero esto de salvarte no se repetirá por lo que cuida tu trasero en lo que dure este viaje.
-lo tendré en cuenta - se notaba la dificulta que le producía moverse por lo que me propuse ayudarla. Gire sobre mis talones cuando sentí una presencia detrás de mi, dispuesta a encontrarme con otra sirena, pero ante mi estaba la reina con la punta de una lanza sobresaliendo de su pecho. Cuando el cuerpo callo a un lado inerte apareció Eligos en su lugar con cara de pocos amigos.
-tres - enfatizo la palabra - tres veces te he salvado y todo por tu descuido.
-no es como si te cansaras por la situación de todas maneras. Se que siempre estarás ahí para cuando te necesite.
-no siempre estuve ahí para salvarte - evita mi mirada - en la fiesta de Lilith fue ella quien te salvo. No yo.
-eso es cierto. Pero si algo me llega a pasar será porque estás muerto o incapacitado.
-eso no apaciguara la culpa si algo te llagara a pasar, o a Aiton.
-confió en que si me veo en una situación similar sabré como defenderme.
-no me cabe duda de que se las pondrás difícil - mira la sangre en mis manos - debemos irnos.
-que buena idea - Esther hablaba con dificultad por el esfuerzo de estar de pie a pesar de que tiene una mano sobre mi hombro como ayuda - ese maldito gas está acelerando a cada paso. Debemos apresurarnos, ahora.
-debes utilizar tus poderes para alcanzar a los demás. Yo iré tras de ti - dijo Abigor cuando tomo el otro brazo de Esther para que se ayudara de él.
-claro que no. Regrese por ella ahora me iré con ella.
Su respuesta fue un gruñido de frustración antes de que empezáramos a caminar con Esther en medio de los dos. No habíamos notado que ese gas no se había detenido, sino que estaba pisándonos los talones, tarde nos dimos cuenta del error que cometimos al permitir que no alcanzara y no fue hasta que sentimos el ardor en nuestras espaldas que comenzamos a correr. Esther era como un peso muerto en nuestra huida por lo que se me ocurrió que una vez bebiera de mi sangre se recuperaría como un humano.
-tendrás que buscar la manera de beber de mi sangre sin detenernos - mordí mi muñeca y después la puse delante de su boca para tratar de que le fuera más fácil beber de mí.
De nuevo sentimos a nuestras espaldas el ardor por lo que aumentamos la velocidad. El proceso de curación seria lento, si es que funcionaba en primer lugar. Abigor, al ver que no avanzábamos tanto como deberíamos, colgó a Esther en su espalda procurando no lastimarle la herida de la pierna. Para ese punto ya podía escuchar los murmullos del resto del grupo no tan lejos de nosotros.
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Vía al Infierno °SIN EDITAR°
ParanormalSEGUNDA PARTE DE LA ORIGINAL. Renacida y con mas impedimentos para seguir su vida. Ahora Caterina tendrá que enfrentarse a todo aquel que se interponga entre ella y salvar a su hijo, la señora y creadora de la raza vampira hará cualquier cosa con ta...