ENTRÉGATE A MI

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Tiempo después mando a alguien por mí con la explicación de que el amo quería mi presencia. Aun que deseaba responderle algo al respecto, me ahorre la tortura. Era infantil de mi parte rehusarme cuando no sabía que repercusiones traería dejo. Estamos hablando del señor del inframundo después de todo, su palabra no se ignoraba sin un castigo. Ya había abusado de mi lo suficiente como para repetir la experiencia tan pronto.

Cuando cruce la puerta mi visión se nublo hasta quedar todo negro. Entre en pánico cuando me di cuenta de que no era la estancia, había perdido mi capacidad para ver. Mis sentidos se durmieron sin que pudiera hacer nada por ello, pero estaba despierta, era consciente de ello. Me había aislado del exterior como medida de seguridad. Estaba tan asustada por eso que a mi cerebro le fue imposible entender a por donde me guiaban.

Después de un tiempo de tanto caminar, la chica que me había guiado por todo el recorrido, nos detuvo. Siempre fue delicada y amables con sus movimientos, pero no me confiaba de su apariencia humana de preadolescente. Retome mis sentidos dentro de lo que parecía ser un carruaje.

-no vuelvas a hacer eso.

-no tendrías que pasar por eso sino fueras tan reticente.

-eres el diablo. No esperes algo diferente de mí.

-en algún momento tendrás que acostumbrarte - reí burlona a lo que pregunto - ¿Qué es gracioso?

-estas tan seguro de todo. Va a ser duro cuando la verdad te dé un golpe en la cara. Aun sigues siendo muy débil para una guerra.

-te equivocadas. Ahora tengo el poder suficiente para enfrentarme a las legiones de los ángeles. Fui parte de ellos, conozco sus puntos débiles y se cómo atacar desde ahí. Por eso soy tan peligroso, se cómo operan.

-es al creador a quien le temes.

-no hay manera en que pueda igualarlo - acepto - no solo al menos, pero dentro de ti fluye su poder, al igual que en tu hijo. Además, con él podre deseabilidad cualquier criatura y tomar su fuerza. Seré imparable con ustedes.

-sigue siendo misión imposible para ti. Es un dios de quien hablamos. Con un poder ilimitado.

-no deseo dañarlo de alguna manera. Si todo sale de acuerdo con el plan tendré todo a mi disposición para manipularlo. Lo conozco lo suficiente para saber que no sacrificaría a ninguno de su creación. Sería capaz de cualquier cosa.

-¿qué es esa cosa que quieres que él te otorgara?

-su decisión.

-¿de qué hablas?

-tendrá que escoger entre salvar a los ángeles o a los repugnantes seres que había el mundo mortal.

-él es benévolo y bueno, pero lo estas tratando de idiota.

-al contrario. Se que es sabio y sabrá escoger la decisión correcta.

-me equivoque. Tu eres el idiota aquí. Todo en ese plan está muy mal y tu seguro acabaras peor.

-recuperaré lo que me pertenece. Te lo aseguro.

Blanquee los ojos fastidiada por su terquedad. Estaba ciego, no podía ver la verdad que lo rodeaba.

-¿Dónde tienes a Dominic? - preferí cambiar de tema. Él es un caso perdido por la locura.

-debajo de ti - sus ojos centellaron con malicia como un chico haciendo alguna travesura y estuviese orgulloso de ella.

-¿Qué dices? - entrecerré mis ojos confundida.

-que estada debajo de ti como siempre ansió estar.

Vía al Infierno °SIN EDITAR°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora