Una chica serás #1

65. El club nocturno

Se suponía que iba a arruinar a Seyn para que dejara de insistir, pero termine destruyendo mi tranquilidad, más estos últimos días, ha sido insoportable.

—¡Deja de seguirme! —le grito al rubio y sigue sin hacerme caso —¡No necesito que me acompañes! —le aclaro y al fin llego a la puerta de mi casa.

—¡Trayecto terminado! —sonríe el imbécil —. Labor acabado, volveré en la mañana —veo como Seyn se retira y mientras levanto el dedo medio.

Idiota.

Es tonto, ya que no puede controlar todo lo que hago. Hasta ahora me ha seguido a todas las clases que he ido, ida y vuelta a casa, pero ya no más. Solo por fastidiarlo iré a ese club, sin que se de cuenta y luego se lo diré en la cara, muy pero muy altanero. Por imbécil.

Miro la hora, reviso las ventanas por las dudas, me visto de negro y salgo en la oscura noche. Parezco fugitivo, corrección fugitiva, sigo siendo mujer lamentablemente.

Al llegar a la calle correcta, busco el número y avanzo encontrando el lugar. El club nocturno se llama "Amor y paz" que ridículo, pero viendo que es Ace, tenía que serlo.

¿Qué puede haber detrás de esas letras con luces fuertes? Desde afuera parece un club normal, como es exclusivo es obvio que hay un guarda en la puerta. Me acerco hasta este y le hablo tranquilamente.

—Perdí mi tarjeta pero sé el número —le aclaro —soy Darlene, Ace me invitó.

Le digo el código al hombre y por seguridad se comunica con los de adentro, pero recibe el permiso.

—¿Desconfiando de una bonita chica? —me burlo.

—Protocolo —responde en seco —entra —abre puerta —. El señor Ace te espera, pero no pases más de la primera habitación —aclara —es su indicación, respetala y no vendré a echarte —dictamina.

Que estricto, idiota.

Avanzo y cierra con fuerza la puerta detrás de mí, ¡Que bruto! Y con traba encima, raro todo. Camino por el pasillo, con luces tenues, paredes rojas decoradas algún tipo de material suave, el suelo es negro y pareciera cómodo también.

¿Un club nocturno? Sí, ¿De lujo? Sí, ¿Extraño? Completamente ¿Amor y paz? No lo creo.