Una chica serás #1

90. A la sala VIP

Llegamos al club nocturno de Ace, pero como dijo Tarik, el guarda no nos deja pasar. Es difícil para nosotros contactar este adivino, pero para él es muy fácil encontrarnos, no tiene lógica. Rodeamos el edificio y el pandillero nos muestra el camino.

—Saltamos está pared y listo —aclara.

—Eso es ilegal —opina Jovan.

—Todo es legal para mí desde que la policía no tomó en serio mi denuncia —exclamo irritado.

—¿Van a entrar o van a seguir hablando? —se queja el morocho y le hace una seña a uno de sus matones —ayudalos a saltar.

El tipo une sus manos y las baja para que yo ponga mi pie allí, así poder impulsarme del otro lado de la pared. Una vez habiendo saltado, me sobo el trasero, porque no calculé la caída, me dolió. Jovan cae después y se rompe la cara, así que me río.

—¡No te burles! —se queja.

—Tan mal no calculé mi propia caída —opino y sigo riendo.

Dejo de carcajear cuando Tarik también salta, pero baja en perfecto estado, hasta parece un ninja.

—Presumido —ruedo los ojos —¿Y tú por qué vienes?

—Mi pandilla no puede entrar, llamarían mucho la atención siendo tantos —pasa su mano por su cabello —. Debo ser un buen jefe y ocuparme de sus preocupaciones.

—Apurémonos —dice Jovan y vamos hacia la puerta trasera.

Tarik fuerza la cerradura y apoya la mano en la manija.

—¿Listos? Como se ve, esta es la salida de emergencia, pero también del otro lado tenemos la sala vip.

—No sé si la curiosidad me está matando —opino —o siento algo extraño —me da un escalofrío —. Sí, aquí hay algo raro.

—¿Tan malo es? —pregunta el rubio sorprendido, viendo la expresión de mi cara.

—Preferiría no entrar, pero ya estamos aquí —el pandillero le pega una patada a la puerta y entonces avanzamos por el pasillo.

Entramos a la sala VIP.