Una chica serás #1

118. Código de pandilla

Mientras Jovan se va a hablar con la policía, llego a dónde Seyn, que está revisando el capó de su auto, en el estacionamiento de la universidad, como supuse.

—Seyn Bradford —cuando lo llamo, levanta la vista y deja de observar su vehículo.

—Darren Wein —cierra el capó y se sienta sobre este, para luego encender un cigarrillo.

—Tengo una pregunta que hacerte —camino hasta él.

—¿Mi rival necesita consejos? —se burla —Debes haber perdido tu perfección, pobrecito.

Frunzo el ceño.

—No estoy aquí para pelearme contigo, quiero información.

—A ver —ladea la cabeza y fuma un poco.

—¿Sabés dónde encontrar a Joel? Es tu amigo ¿no?

—Sí, es mi amigo —Exhala el humo —¿Por qué lo buscás?

—Eliza está en el hospital por su culpa —digo seriamente.

—Lo siento, no puedo ayudarte, primero porque no lo sé y no me importa y segundo, si lo supiera, de igual forma el código de la pandilla me prohíbe entrometerme, incluso aunque ya no esté en esta.

—¿De qué hablas? —lo miro confundido.

—De que te estás metiendo en terreno peligroso, yo que tú desisto de tu venganza.

—¿Qué tiene que ver Joel con la pandilla?

Vuelve a fumar otro poco y tarda en responder.

—Joel es el hermano de Tarik, ese que viste en la fiesta la otra vez —me aclara aunque ya lo sé, igual quedo sorprendido.

—Joel, ¿El hermano de Tarik?

—Sí, y obvio, él no te dirá nada, desiste de la idea —insiste.

Quedo pensativo, no lo puedo creer, pero no importa, para encontrarlo me enfrentaré al mundo entero si es necesario.