Una chica serás #1

129. El valor del acertijo

Termino mi chocolatada mientras Ace empieza a guardar sus cartas, las definiciones son complejas, pero si te las pones a pensar quizás pueda entenderlas.

—Tengo tres cosas que hacer —repito.

—Correcto —asiente el adivino.

—Primero, arreglar la situación con Eliza, después ayudar a Seyn con su sueño y por último...

—¿Por último? —pregunta ya que me quedo callado.

—No, no es lo último, sino lo que está entre medio. Creo que todo tiene que ver con todo —exclamo pensativo.

—Buena conclusión —sonríe.

—Pero me sigue confundiendo el monarca, ¿Qué es lo que me falta? —me lo pienso.

—Aceptarte a ti mismo ¿quizás?

—Eso parece un chiste —ruedo los ojos.

—Tu ego oculta tu dolor, la necesidad de sentirte perfecto y a la vez, tu cuerpo ha cambiado, te sientes peor que antes por esa razón, porque crees que no eres perfecto siendo mujer.

—Ser una chica no me beneficia en nada —bufo.

—¿No? Yo creo que has mejorado en muchos aspectos y no solo por ser mujer.

—No voy a decir que no, pero ya fue suficiente —me lo pienso —entonces si hago todo esto, se terminará de una vez y volveré a ser yo mismo.

—Cuando la definición de ti mismo este clara, no creo que lo que piensas justo ahora, sea lo que será después.

—No hagas trabalenguas —lo reprendo y se ríe.

—A lo que me refiero es que... ¿De verdad crees que todo volverá a la normalidad? Ya te dije, por propia experiencia, todo se queda, no se irá.

—¡¿Y para qué mierda hago todo esto entonces?! —me quejo irritado.

—Para aprender.

—¿Aprender qué? —levanto una ceja.

—A ser lo que eres actualmente, y luego se irán. Es lo que veo que está sucediendo a tu alrededor.

—"Dos energías, un poder, trae alegría, es su deber" —recito lo que me ha contado Aradia —o sea que... ¿voy a controlar la transformación? —me sorprendo dándome cuenta.

—Buena forma de interpretación, nunca mejor dicho —me felicita.

—Bueno, algo es algo —muevo los hombros —. Igual me quiero ir, solo haré esto y me largo.

—Creo que has resuelto todo el complejo acertijo.

Sonrío.

—Sí, me entendiste bien —bajo del banco y camino en dirección a la salida —ahora ábreme la puerta.

—Antes... —camina hasta mí y me agarra de la muñeca, así que me detengo —voy a ayudarte —su otra mano se posa en mi cintura.

—¿Qué estás haciendo?

—¿Te acuerdas la vez que nos interrumpieron? —se acerca a mi rostro y el recuerdo en su club llega a mi mente —Sí, exactamente ese —expresa cuando me sonrojo.

—No... no iba a besarte, esas son ideas de Seyn. Ya te lo dije, ¡No soy gay! —se lo digo alto, para que lo entienda.

—Nunca dije que lo fueras, no podrías serlo, ya que tú eres hombre y mujer.

—Ya no me marees con mi problema de cuerpo mágico ¿Ves? Hasta eso sonó extraño —expreso confundido.

—No lo hago, puedo notarlo, quizás tú nunca te percataste, pero tienes el potencial. Hay personas que gustan de ambos sexos y jamás se han dado cuenta, no es malo en realidad, solo no tuvieron la oportunidad de necesitar saberlo.

—No es así y no lo necesito —le aclaro cortante ante explicación absurda.

—¿Qué pierdes con descubrirlo? —agarra mi barbilla.

—¿Mi dignidad? —expreso confundido.

—No creo, valdrás más como persona cuando te entiendas a ti mismo ¿Aceptas el reto?