104. Soledad en tu mirada

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Luego de muchos malos tratos, al fin Tarik acepta a Seyn en la pandilla. El escuálido de mi archienemigo se mete en un montón de peleas, las cuales al principio pierde.

—Voy a lograrlo —presiona el puño —. Tengo que lograrlo —corre hasta su contrincante y lo golpea, pero el otro sigue siendo más rápido.

—¡Maldita seas, Seyn! —lo reprende Tarik —¡¡Esquívalo!!

—Es... es más grande que yo —expresa nervioso y se limpia la sangre que le generó el otro.

Salvajes.

—¡¡Pues úsalo a tu favor!!

Le hace caso y esquiva a su adversario rápidamente, se gira aprevechando la distracción, entonces le pega una patada, consiguiendo que el otro caiga al suelo.

—¿Así? —respira agitado.

—No está mal —expresa satisfecho su jefe y hace una señal para que todos se vayan —pero te falta todavía —opina y se acerca hasta él —. Has mejorado un montón ¿Por qué esa cara? —le levanta la barbilla —Pequeño Seyn —roza sus labios y el rubio se sonroja.

Miro a la mariposa enojado.

—Si me obligas a ver sus perversiones homosexuales, te mato —amenazo señalándolos.

No tengo por qué ver esto, maldita sea.

El escenario vuelve a cambiar, gracias a Dios, porque a esta malvada magia no se le puede agradecer nada, y de repente visualizo a Ace, están en una casa de lujo, como siempre el adivino con mucho dinero, incluso aunque es más joven.

Tarik se lo presenta.

—Él es de quién te hablé, quizás pueda ayudarte —rueda los ojos —. Aunque no creo, está loco —lo mira mal.

El adivino se mantiene sentado en el sillón, cierra su libro y le sonríe a Seyn.

—Así que... ¿Pesadillas?

Me sorprendo.

—Eso quiere decir que tiene problemas con los sueños desde hace tiempo —miro a la mariposa que sigue revoloteando alrededor de mí.

—¿Puedes ayudarlo o no? —responde Tarik.

—Es un proceso largo —dice Ace —pero quizás requiera de un amuleto.

—¿Cómo un atrapasueños?

Se ríe.

—No, esos funcionan solo si hay una esencia especial a su alrededor.

—Tú —señalo irritado a la mariposa porque estoy encerrado en este sueño por su culpa.

—Lo que tú necesitas, es algo que te genere confianza —continua Ace y mira al rubio —. Dime, ¿Qué es lo que te trae tranquilidad?

—Las mariposas —baja la vista avergonzado —. Ellas son mi compañía en la soledad —expresa seriamente y se nota su sinceridad, pero también su tristeza.

—Entiendo —hace una pausa pensativo —. Dime, ¿Le tienes miedo a los tatuajes? —señala el de su cuello —Yo tengo este, me recuerda y representa mis deseos, es mi amuleto.

—Parece importante —opina.

—Lo es, me aleja de mis malos pensamientos, no todos, pero al menos sabés que está ahí para protegerte de ellos.

Sonríe.

—Gracias.

Esto es raro, profundo y ya me quiero ir, me siento incómodo.

—¡Despiértame de una vez! —me quejo y siento como si Seyn me hubiera escuchado, porque me está mirando.

Eso da escalofríos.

De repente sale corriendo de nuevo, así que no me queda otra que seguirlo, pero me sorprendo al aparecer en la escuela, se convierte en el Seyn que conocí a mitad de secundaria, con su aire de confianza, relajado, creído y con ese arete que usa actualmente, es increíble el cambio. Nadie pensaría que ese niño llorón podría convertirse en lo que es ahora. Creo que lo único que queda del anterior Seyn, es esa mirada pérdida, esa que yo también tengo, la de la soledad.

Una chica serás #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora