Una chica serás #1

134. Adiós Mariposa

Un capullo se abre, deja de ser crisálida, la mariposa abre sus alas y demuestra todo lo que es, más allá de su forma anterior, la metamorfosis, ella es perfecta.

Vuela hasta mí, abro las manos de manera conjunta y se posa en mis palmas, siento la tranquilidad. Cierro los ojos, las voces se han ido, solo estamos tú y yo, en un lugar tan blanco que sólo trae paz.

"Sé que harás lo correcto".

El bichito se ilumina y desaparece a través de mí.

Abro los ojos despertando, reconozco la clínica en donde está Eliza y me siento en la cama. Me doy cuenta que he vuelto a ser hombre, aunque también que me noto diferente.

Hay un collar con un dije de mariposa sobre las sábanas. Mamá se ha ido y me dejó lo que la representa. Suspiro y me levanto de la cama, busco alguna bata, ya que mi ropa se ha roto. Parece que me encontraron en el cementerio, no pudieron despertarme y mágicamente como es de esperarse, justo llego a la clínica dónde está Eliza.

Una vez me pongo la bata, agarro mis pertenencias, espío por la puerta y salgo como si nada por el pasillo, llegando al cuarto donde está mi novia.

—¿Darren? —se sorprende —¿Qué haces vestido así?

—Larga historia —me río y me siento a su lado.

Sonríe.

—Ya veo.

—He venido hasta aquí ha contarte una gran cantidad de cosas, ¿Estás preparada para mucha información?

—Adelante, te escucho.

Agarro sus manos.

—Primero y principal, Joel ya no te molestará más.

—Lo sé, me lo dijo un oficial de policía —asiente.

—Me imaginé, pero debía aclararlo.

—Gracias por preocuparte por mí —baja la vista triste —a pesar de que no lo merezco.

Le levanto la barbilla.

—Hey, no es cierto, tú te mereces cosas mejores, tú eres especial, no lo olvides.

Suspira.

—Supongo que aquí termina todo ¿no?

—Somos tóxicos.

—Lo sé —sus ojos se humedecen —no nos hemos respetado el uno al otro.

—Hay que admitirlo, no somos un equipo —digo triste mirando hacia abajo, luego levanto la vista y sonrío —¿Amigos?

Asiente.

—Amigos —repite.

—Una última cosa que quizás no creas, es sobre Darlene.

—Darren, tengo que confesarte algo —me interrumpe —. Ya lo sé, sé que eres Darlene —dice seriamente y me sorprendo.

Hay muchas cosas que no me esperé este último tiempo y esta es una de ellas. Creo que es la que más me ha sorprendido, estoy completamente impactado.