Una chica serás #1

15. La perfección

Años atrás...

Miro como mi mami me abandona, me ha dicho un montón de cosas feas, pero no lloré, me la aguante como todo un nene grande. La señorita que llama al lugar en dónde estoy "orfanato" me guía hasta una habitación con otro niños. No hablo con ninguno y siempre me quedo en un rincón.

"Eres una escoria, imperfecto, ni sé para qué te tuve, me das asco, no sirves, inútil".

¿Qué hice para que mami me odié? Yo me porté bien.

—Darren —se agacha una mujer mayor y me ofrece su mano —. Hay alguien que quiere conocerte.

Obedezco a la señora y la sigo. Otra persona ha venido a verme, no sé por qué vienen.

—Hola Darren —se pone a mi altura el hombre —. Soy el señor Wein, quería conocerte —me sonríe.

—¿Por qué? —digo en una voz muy baja.

—Mi esposa y yo te estuvimos viendo, queremos adoptarte, deseamos cuídate ¿Qué dices? ¿puedo ser tu papá?

—Papá está en el cielo.

—Me lo han contado —apoya su mano en mi hombro —pero no planeo suplantar a tu papá, yo quiero ser otro papá para ti.

—¿Otro? —bajo la cabeza.

—Sí, y hay alguien que le gustaría ser tu otra mamá, quiero que la conozcas y seas bueno ¿de acuerdo?

Levanto la vista y veo como el hombre camina hasta la puerta, ayudando a una mujer que viene en una silla de ruedas.

—Hola Darren —ella me sonríe mirándome de la misma forma que como el hombre.

No los comprendo, pero parecen alegres y buenos, sin embargo eso no modifica nada, no arregla lo que me duele.

Bajo la vista.

—Pueden buscar a otro niño, yo no sirvo para tener papás.

—Oh cariño —expresa la mujer con un tono triste.

La hice sentir mal, es mi culpa, siempre hago todo mal, por eso mami no me quiere. Esta señorita se dió cuenta, ahora ya puede irse y yo no seré una molestia para ella, como a mamá le ocurría.

—No digas eso, claro que sí, por eso estamos aquí —dice el señor Wein y levanto la vista —. No estés triste, ya estamos aquí.

—Mami dijo que soy imperfecto —me refriego los ojos porque comienzo a llorar.

—Tú eres perfecto —dice la mujer mirándome con cariño.

—No, no lo soy...

—Entonces, que te parece, si te ayudo a serlo, ¿Quieres? —expresa el hombre continuando con su sonrisa —A cambio, sólo no necesitas llorar más, porque estamos aquí ¿de acuerdo?

Asentí y tiempo después me fui con esas personas.

Actualidad...

Soy tan perfecto que debería dejarme de rodeos, alejar a Eliza de mi teléfono y deshacerme de Seyn en un instante. Pues eso es lo que voy a hacer ¿Cómo? Acabando con la evidencia.

Corro hasta mi novia, la empujo, esta se choca con el rubio y mi celular, ambos caen en la pileta. Adiós, adiós a mis mensajes delatores.

Muevo el cabello y específico.

—Eso les pasa por meterse con la perfección.