76. Sabor a pureza

3.1K 485 63
                                    

Mariposas que desaparecen, voces extrañas en la cabeza. La verdad, las prefiero. Odio esta sensación de escalofrío.

—¿Tienes frío? —pregunta Ace.

—¿Por qué eres tan raro?

Ríe.

—Es mi naturaleza —luego agrega mirándome —Por cierto, bonito camisón, te queda fabuloso.

—Todo me queda bien, porque soy la perfección —lo ignoro mirando a la ventana y concentrándome en beber mi vaso con agua.

—Lo noto —siento su mano sobre la mía y me paralizo —¿Qué es lo que hay fuera? —agarra el vaso y toma de este.

Giro mi rostro a mirarlo.

—Eso es mío.

—Que refrescante —sonríe y aunque bebe otro sorbo no deja de observarme —¿No podías dormir? —baja el vaso —¿Quieres refrescar la mente conmigo? —se relame los labios.

—No, gracias —se me eriza la piel —y si ya terminaste, puedes irte, prefiero estar sóla con mi soledad —hable en en femenino, estoy progresando con la sutileza.

—Puedo sentir la mentira en el aire, pero mi curiosidad es más grande ¿Qué mirabas en la ventana?

—Una mariposa —digo sincero.

—Interesante, una representación de la belleza y la transformación, un místico insecto ¿No lo crees?

—Supongo.

—Te limitas a hablar poco —apoya el vaso en la mesada y se acerca a mi rostro —¿A dónde quieres llegar, florecita? Parece que no encuentras el camino, déjame que te guíe.

—¿Qué guíe que... —apoya las manos sobre la mesada, a ambos costados de mi cintura —¡Ay mierda! —no lo vi venir. Presiono los dientes —¿Qué pretendes? —retrocedo la cara cuando acerca más la suya —Te golpearé ¿Sabés?

—¿Acaso he hecho algo malo para que quieras golpearme?

—Estás a punto de cometer el error de tu vida —amenazo.

—¿Te lo dices a ti misma o a mí?

—¡Es obvio que a ti! —me altero.

—Hablemos de otra cosa, hoy conocí a la niña que llamaste la otra noche "pobre inocente", la pequeña Aradia.

Frunzo el ceño.

—¿Qué con ella? No la metas en tus cosas raras.

—¿Yo? Pero si ella es especial sin que mueva un sólo dedo. Está llena de energía mística, puedo sentirla hasta aquí —se toca el labio inferior —. Un deleitante sabor a pureza.

Eso suena macabro viniendo de su boca.

Una chica serás #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora