Una chica serás #1

122. El abandono de Seyn

Un silencio enorme se forma en el galpón, todos han quedado petrificados como estatuas. Esto ocurre hasta que Seyn reacciona, se levanta despacio del suelo, entonces presiona sus dientes, se nota su enojo y la indignación que siente al descubrir mi secreto.

De repente como no imaginé, su enfado se convierte en frustración, hasta sus ojos se humedecen, le duele.

—Tú... —aprieta su puño —¡¿Te burlas de mí?! —grita y sus lágrimas caen.

—No puedo creerlo, ¿Darlene es Darren? —dice Tarik confundido —¿Cómo es posible? ¿Qué es lo que acabamos de ver?

Me quedo callado, no sé qué hacer, ¿Cómo me voy de aquí? Ahora sí siento que estoy en un peligro de verdad. Me va bajar la presión, voy a morir.

Seyn se acerca hasta mí y yo retrocedo sin saber a dónde ir.

—Monstruo... —continúa con su ira —¡¡Fenómeno!! —vuelve a gritar furioso y me sobresalto —¡¿Quién te crees que eres?!

—Yo...

Mierda, ya me asusté. Debo reaccionar antes de que todo se salga de control.

Trago saliva.

—Darren... —presiono el puño y me sonrojo avergonzado —¡¡Soy Darren Wein!! —grito también.

Si voy a ser humillado, lo haré con la cabeza en alto.

Su mandíbula se tensa, hace un movimiento que hace parecer que quiere golpearme, pero se gira, camina y le pega a unas cajas al cortado de la puerta, la cual abre abruptamente.

—¡¡Vete a la mierda, Darren Wein!! —golpea la pared y sale corriendo.

Una punzada pasa por mi pecho y luego reacciono. Estoy seguramente pálido, encima alrededor de un montón de hombres, a los cuales apalee y humille hace nada, entonces grito desesperado.

—¡¡No me dejes aquí!!

Me ha abandonado, estoy perdido y sin ninguna solución.