Sigue la Pesadilla Cap. 10

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Goku fue a casa de Bulma en la tarde, avanzaron mucho con el proyecto, Bulma se le veía un poco distraída y aunque Goku insistió en preguntarle que había ocurrido ella no dijo nada.

A la mañana siguiente

Bulma se preparaba para lo peor, de nuevo le tocaban deportes, así que llevo una mochila grande con su pans y una muda de ropa, también pensó en ya no guardar sus cosas en el locket, así que solo iría a recoger sus pertenencias x suerte no tenia muchas cosas ahí, salio de su casa como cada mañana, llego al colegio y mientras caminaba por el pasillo, todos la miraban, algunos con burla otros con lástima, ella se sentía como bicho raro, llego a su casillero, respiro profundo y esperando para lo peor abrió con mucho cuidado un olor insoportable salia de ahí adentro, abrió la puerta y una rata muerta estaba ahí, Bulma no pudo evitar salir corriendo de aquel lugar al baño, risas se escuchaba en el camino, llego al baño y vomito después de que se le calmaron las náuseas, salió del sanitario, se miro en el espejo y medio se arreglo el maquillaje, miro la hora de su reloj y todavía estaba a tiempo para llegar a su clase, camino hasta su salón entro y vio a todos sus compañeros sentados y callados, a pesar de que el profesor todavía no entraba en el aula, eso se le hizo tan extraño,  giro su vista a su alrededor, buscando un lugar con la vista, por suerte encontró una silla vacía, solo una, camino despacio entre las butacas hacia aquel lugar y en él camino, algunas risas de burla se hacían presentes, esas risas al parecer se estaban volviendo costumbre, llego a su lugar y al momento de sentarse esta se rompió cayendo al piso de pompas, todos soltaron en risas y una chica se paro frente a Bulma.

Maron: ¡querida! Deberías dejar de comer, te estas poniendo muy gorda, basta con ver como rompiste la silla.

Comienza a reír con burla, Bulma la mira con furia, tratando de aguantar las ganas de llorar pero no x la broma si no x él dolor tan insoportable que sentía en la espalda.

Bulma: ¿tu fuiste?
Maron: ¿yo? No querida no te confundas, ¡fuiste tu!

Trata de levantarse lentamente y con dificultad.

Bulma: ¡no soy tu querida! ¡Dime! entonces ¿quien diablos lo hizo y x que lo hace?

En ese momento llega el profesor, todos vuelven a sus lugares.

Profesor: señorita Brief, tome asiento.
Bulma: por alguna extraña razón mi asiento se desarmo, y al parecer no hay otro lugar disponible.
Profesor: valla x otra a la bodega.

Al da un par de pasos sintió un dolor en la espalda, piernas y glúteos, lentamente sale del salón y camina a la bodega, al llegar y al tratar de cargar la banca un dolor insoportable recorre su espina dorsal, algunas lágrimas salen de sus ojos sin previo aviso, las limpia rápidamente no quiere que nadie la vea frágil y vulnerable, no quiere darles la satisfacción de verla derrotada, toma su butaca y la arrastra por todo el pasillo, al llegar a las escaleras no sabe como hacer para subirla, poco a poco la sube, aguantándose el dolor tan fuerte, hasta que se acerca alguien, toma la banca y la carga, ella se gira para verlo.

Bulma: ¿Yamcha?
Yamcha: ¡hola! ¿Que haces con esta banca?
Bulma: ¿la llevo al salón?
Yamcha: ¿x que?
Bulma: ya no alcance sillas y tuve que venir x una.
Yamcha: ¡ya veo! te ayudo, se ve que no puedes sola.
Bulma: no es que no pueda con ella, solo que tuve un accidente y me suele un poco la espalda.
Yamcha: ¡ya veo!  x eso ese caminar tan raro.

Le sonríe, coquetamente.

Bulma: ¡algo así!

Cuando llegaron al salón Yamcha saca una caja de pastillas y una botella de agua, y se las da.

Yamcha: ¡ten!

Ella las mira un poco confundida.

Bulma: ¿que es eso?
Yamcha: soy jugador, recibo muchos golpes y tengo muchas caídas. Así que es obvio que tenga pastillas para el dolor, toma una y en unos minutos desaparecerá el dolor.

Toma la botella y las pastilla y le dedica la mejor de sus sonrisas.

Bulma: ¡gracias!
Yamcha: si te vuelves a caer no dudes en pedirme ayuda ¿ok?
Bulma: ok.
Yamcha: te dejo x que si no el profesor, me va a poner retardo ¡nos vemos luego!

Se acerca a ella y le da un beso en la mejilla.

Bulma lo ve irse y antes de entrar al salón toma una de esas pastillas, como era de esperarse el profesor la regaña x tardarse mucho, pero ya adentro a medida de que pasa el tiempo el dolor poco a poco va desapareciendo. Algunos de sus compañeros la molestan con notas insultándola y otros con risas burlonas, trata de no tomarles mucha atención pero la que más la molesta es Maron, que pareciera que disfrutaba lo que la peliazul esta viviendo.

Después de dos horas con el mismo profesor, su siguiente materia es deportes, llega a los vestidores y ve a Videl y se acerca a ella de inmediato.

Videl: ¡Bulma!
Bulma: ¡Hola! ¿Te puedo pedir un favor?
Videl: ¡si! claro.
Bulma: ¿Puedes guardar mi mochila en tu casillero?
Videl: ¿todavía no te dan uno?
Bulma: ¡si! pero lo abrieron y me hacen maldades.
Videl: ¡ya veo! dámela, yo te la guardo.

Le da su mochila y la guarda en su casillero, ambas se van a cambiar, ya listas salen al patio, el profesor les da indicaciones.

LA DELGADA LINEA DEL ORGULLO Y EL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora