Capítulo 9

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Yoongi se encontraba extremadamente nervioso. Pocos centímetros lo separaban del pobre joven a quien había estado buscando tanto y quien, con el sonido de cada pisada, se estremecía más y más.



—¿Jimin? —preguntó con voz suave y se agachó junto a él.



Jimin negó frenéticamente con la cabeza y se removió en su lugar, asustado al haber oído una voz nueva. Por un momento, creyó que se acercaba su fin.



—Tranquilo, n--no te haré daño. Me llamo Min Yoongi. Vine a sacarte de aquí. Aguarda un poco, ¿Sí?



Sin dejar de llorar, Jimin permaneció quieto mientras Yoongi quitaba con suma delicadeza las fuertes sogas que apresaban sus pies y manos, privándolo de poder moverse con libertad. Luego, poco a poco, quitó la venda de sus ojos, los cuales el otro apretó con fuerza al haber recibido de lleno la luz después de tanto tiempo, aunque esta no fuera mucha. Con cuidado, los abrió. Cuando esto sucedió, Yoongi lo miró fijamente, sintiéndose perdido en aquellos luceros color café, pero sin querer detenerse demasiado, pues tenía cosas más importantes que hacer.



—¿Puedes ponerte de pie?



No hizo falta una respuesta. Yoongi sabía que no podía. Jimin estaba demasiado débil como para poder levantarse por su propia cuenta. Por eso, se acercó y lo levantó en sus brazos, sintiendo cómo temblaba bajo su tacto. Así, con cuidado, lo llevó escaleras arriba.

A medida que se iban acercando al exterior, Yoongi juntaba más y más fuerzas, ya que con la luz se notaba más el estado de Jimin, lo cual no era nada fácil de ver.

Así, cuando pudo, corrió hasta su auto, lo subió y se marchó lo más rápido que le fue posible.

**************

Jimin se encontraba en la bañera, en casa de Yoongi. El mayor, con ayuda de agua tibia y una suave esponja, limpiaba de la manera más delicada posible el cuerpo del pobre joven frente a él.

Al principio, no se animaba. De todas formas, tuvo que hacerlo. A pesar de que le diera pudor ver el cuerpo completamente desvestido de Jimin ante sus ojos, tenía que cuidarlo para que estuviera mejor. Y fue necesario, ya que él por su cuenta no podía hacer nada. Su estado de shock le impedía moverse o reaccionar de alguna forma.



—Ya puedes estar tranquilo. Tengo los datos de quienes te hicieron esto. En cuanto vaya con la policía, los van a atrapar y ya nunca más te harán daño. No otra vez.



Jimin aún seguía con la mirada perdida, callado. No reaccionaba siquiera a los cálidos tratos del chico frente a él, quien lo había salvado. Pero a Yoongi no le importaba. Sentía que tenía que seguir hablándole para inspirarle más confianza.



—Yo... trataré tus heridas y te daré algo de ropa y comida. Luego, saldremos hasta Busan. Te llevaré con tu familia —le sonrió con dulzura y un toque de tristeza—. Tus padres y tu hermano te extrañan. También tus amigos. Están muy ansiosos por verte —comenzó a lavar su cabello—. Todos me dijeron cosas maravillosas de ti. Eres muy querido, ¿Lo sabías?

Who are you, Park Jimin? [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora